Los nacimientos al Niño Dios son una tradición ancestral vigente en las viviendas de familias católicas que cada año lo instalan en vísperas de la Navidad y Año Nuevo. Es por ello que la alcaldía de Ocotal realizó el concurso «Nacimientos al Niños Dios» para reconocer el arte, el amor y fervor religioso de los tradicionales; premiando a los tres primeros lugares.
El premio económico y certificado de reconocimiento al primer lugar fue otorgado al arquitecto Julio Aguilera Irías, quien creó con esmero, arte y religiosidad el bonito nacimiento que forma parte de una de las tradiciones de su familia.
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El segundo lugar lo obtuvo el joven Carlos Manases Rodríguez Mendoza y el tercer lugar fue para Luz Adilia Pozo Matute, quienes de igual manera fueron premiados y recibieron diploma de reconocimiento.
Tradición navideña en la ciudad de Ocotal
Como parte del concurso un jurado visitó los hogares de los participantes y calificó parámetros de creatividad, el uso de material reciclado y de uso propio de la zona; como también calificó la originalidad del nacimiento.
Los nacimientos al niño Jesús implican la integración de la familia en el diseño; elaboración e instalación con creatividad, «reflejando no solo el nacimiento, sino el quehacer, la vida, la cotidianidad y se pone de manifiesto la laboriosidad de sus creadores, que bonito es mantener y rescata nuestras tradiciones”; resaltó Axel Gómez, vice alcalde de la Ocotal.
«Nos llenamos de orgullo al saber que contamos con muchas familias que mantienen viva la fe y tradición, valores, cultura y la idiosincrasia de nuestro pueblo; que trabajaron con amor y pasión a la espera de la natividad de nuestro Niño Jesús”, añadió durante el acto de premiación.
El ganador Julio Aguilera, dijo que es bonita la iniciativa del gobierno a través de las alcaldías para mantener viva la tradición, pero sobre todo la unidad de las familias nicaragüenses son una motivación.
Refirió que su creación escenifica el Belén en Judea de aquella época; un mix entre el sistema de trueque del mercado de la época de Belén y nuestra época, «un escenario donde se refleja la cotidianidad de la gente con sus burritos, con su leña, las verduras del campo, una integración muy bonita y rica de nuestra cultura»; anotó.