Este viernes procedentes de distintos departamentos del país, fieles devotos y promesantes del Señor de Esquipulas, participaron de la tradicional peregrinación en el municipio La Conquista, en Carazo.
De esta manera se llevó a cabo el tercer viernes de Cuaresma donde participa la Iglesia Católica y la población; llevando La Imagen de Nuestro Señor de Esquipulas a la famosa Pilita, donde según la historia apareció la imagen.
«Un dato importante es que parte de los que vienen cómo promesantes bajan a La Pilita, se despojan de sus zapatos y se introducen al río hasta llegar donde esta vertiente que fluye agua. Según los promesantes lo ocupan para bañarse, mojarse o golpear ciertas partes de su cuerpo donde sienten dolencias y según, de inmediato sus dolenciasse quitan»; dijo uno de los promesantes.
Gregoria Cano es originaria de la ciudad de Rivas, lugar desde donde llegó junto a su esposo para participar del peregrinaje. Dijo que lo hizo en especial para cumplir con la promesa que le había hecho a su difunta madre; a quién le prometió seguir con esa tradición de visitar.
Una tradición arraigada en Carazo
«Mi madre murió hace dos meses y yo le prometí a ella continuar con esta tradición de visitar La Pilita Milagrosa. Yo creo y tengo fe en esta agua. Ahorita andaba con dolor de cabeza y decidí bajar para mojarme y gracias a Dios y a mi Señor de Esquipulas el dolor se fue»; detalló Cano, desde este punto en Carazo.
Al igual que ella, el señor Sergio Rodríguez, llegó ahí junto a su familia, ya que sufre de una enfermedad que le aqueja.
Dijo que mojarse con esa agua sumada a la fe que tiene le ayudará a sanar su enfermedad; pues esa agua ha sido utilizada por años como agua medicinal.