Hay muchas maneras de ganarse la vida honradamente y dignamente, y en este reportaje podrás ver mujeres que no les importa dañarse las uñas o desarreglarse el cabello para llevar el sustento económico a su hogar.
En la comunidad La Ballona del municipio de El Viejo, en el departamento de Chinandega, madres se enfrentan al mar todos los días; esto por la ardua labor en su dedicación a la pesca.
“Trabajar en la pesca no es tan fácil como parece, a veces tenemos que esforzarnos más de lo que debemos, pero eso no es impedimento para seguir adelante”; expresó Eva Luz Silva, quien realiza cultivo de pargo lunarejo.
Para hombres de la comunidad, estas mujeres, quienes también son madres, terminan aplaudiendo el trabajo compartido que ellas realizan. “Nosotros no nos asustamos tanto, porque las mujeres pueden trabajar igual que el hombre y hasta más inteligentes son, porque ellas coordinan bien las cuentas y las ventas”; dijo Fernando Herrera, pescador.
Ir a pescar no es todo, estas mujeres que pertenecen a una cooperativa tienen que pasar por un proceso para luego comercializarlo.
Viviendo de los pescados para sacar adelante a la familia
De las 8 jaulas que tiene esta cooperativa, cada una supera los 3,000 pescados de pargo lunarejo, y no están solas, reciben acompañamiento de instituciones como el Ministerio de la Economía Familiar, Comunitaria, Cooperativa y Asociativa (MEFFCA) para sus constantes capacitaciones y apoyo hasta de materiales. “Como MEFFCA les damos acompañamiento en todo momento, ellas ya hace años se dedican a punchear, luego fue que emprendieron en este rubro y así ahora tienen sus jaulas para este tipo de pescado y comercializarlo”, mencionó Jairo Meléndez, Técnico del MEFFCA.
Todo tipo de trabajo tiene sus dificultades, pero sin duda; dedicarse a la pesca y siendo mujer, madre y esposa no es para nada fácil. Esto significa lo importantes que son las madres y lo dispuestas que están para luchar por sus hijos para sacarlos adelante trabajando bajo cualquier circunstancia.