Para el 1 y 2 de noviembre, los emprendimientos de manualidades se vuelven los más solicitados. Estas personas son quienes, con anticipación, elaboran las coronas para el Día de los Difuntos, que las familias adquieren especialmente el 2 de noviembre para llevarlas a los cementerios. Este es un caso especial sobre una mujer trabajadora de Matagalpa.
Doña Marfa del Cristo Arista, originaria de San Ramón, Matagalpa; lleva 50 años dedicándose a la elaboración de coronas para esta fecha. A sus sesenta años, es una mujer con el espíritu de una joven, entusiasta por mantener viva la tradición que heredó de sus ancestros.
Arista empezó a hacer coronas junto a su abuela cuando tenía 10 años. En aquella época, las coronas se confeccionaban con papel y tusa, y la creatividad era fundamental debido a la falta de materiales modernos. Marfa y su abuela (q.e.p.d.) elaboraban las coronas para los difuntos de su propia familia.
En exclusiva para TN8, Marfa del Cristo cuenta cómo inició en el negocio de las coronas: “Seguí la tradición de mi abuela; en esa época nuestra familia no compraba coronas, sino que las hacíamos nosotras mismas. Una señora de Jinotega vio mi trabajo y enseguida me pidió que le hiciera unas doscientas. Con los años me ha pedido más, y hoy en día le mando quinientas”, expresó.
Tradición desde Matagalpa
Marfa asegura que no hay muchos jóvenes interesados en este oficio actualmente. “No es difícil, solo hay que tener paciencia, creatividad, saber combinar colores y poner amor en lo que se hace. A veces uno no tiene un trabajo, y el que menos piensa es bien remunerado, pero hay que tener el deseo de superación”, afirmó.
En su emprendimiento colaboran su hija, un hijo y un nieto, quienes, aunque no siempre están de tiempo completo, le brindan ayuda importante.
Cuando la demanda es alta, Marfa recurre a una vecina que le apoya. Además de coronas, también elabora piñatas cuando le hacen el encargo.