Miles de devotos demostraron su amor, fe y devoción a la Santísima Virgen María al celebrar el 77 aniversario de la tradicional Gritería Chiquita o de Penitencia. Esta festividad religiosa, que tiene lugar cada 14 de agosto, es una manifestación de la profunda religiosidad popular nicaragüense.
Durante el evento, los feligreses participaron elaborando altares, cantos y rezos, expresando su fervor y gratitud a la Virgen María. Donde las calles se llenan de coloridos altares, y los hogares abren sus puertas para compartir con la comunidad.
La Alcaldesa de León, Guissela Lacayo Medrano, expresó que la feligresía leonesa ha demostrado el amor a la Virgen y la devoción que ha perdurado por varios años en los corazones de las familias nicaragüenses.
“Estamos hoy desde León compartiendo con nuestro pueblo, con la familia, de todo León y de toda Nicaragua y visitantes compartiendo con fe, amor y devoción esta gritería de la Asunción de María y de penitencia, si recordamos hace 77 años el cerro negro estaba con una gran erupción que amenazaba los techos de las viviendas y fue cuando el pueblo se reunió en oración pendiendo a la virgen que hiciera el milagro de aplacar el cerro negro”; dijo la Alcaldesa de León.
Miles de devotos celebran el 77 aniversario de la Gritería Chiquita en León
Por su parte, Jairo Balladares Amaya, tradicionalista Leones, manifestó que la bella tradición se lleva de generación en generación, donde León es pionero y ejemplo a seguir en su religiosidad.
“Desde la edad de los 8 años yo comencé, parece que la virgen quería; porque desde los 8 años fue mi primer altar ya en mis manos y a los 10 años gané el primer concurso; esta es una devoción familiar, celebrar la purísima es lo más honroso `para la familia; todos están pendiente de la tradicional gorra, de cómo se va a arreglar la virgen, como se va a vestir, la familia siempre pendiente”; enfatizó el tradicionalista
La Gritería Chiquita, que nació en la ciudad de León, sigue siendo un símbolo de la identidad y la fe del pueblo nicaragüense; fortaleciendo los lazos de fraternidad y espiritualidad entre los participantes.