A partir de las 7 de la mañana, con un «buenos días» en lenguaje de señas para sus compañeros de trabajo; inicia la jornada, Irma Urbina, una joven de 31 años, que con mucho empeño y dedicación atiende a los comensales que visitan Café de Las Sonrisas, en Granada.
Desde pequeña, Irma ha percibido el mundo desde una perspectiva diferente, debido a su discapacidad auditiva; misma que no sería impedimento para desarrollarse, pues realizó sus estudios en el Centro San Vicente de Paúl, de Granada; convirtiéndose en atleta paralímpica, trayendo medallas para la ciudad.
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“Yo recuerdo que cuando iba a la escuela me tocó conocer cosas nuevas. Ahí conocí a “Tío Antonio”, con quien aprendí a hacer hamacas. Después me propuso a mí y a los otros chicos hacer un café con personas sordas, y acepté. He tenido el apoyo de mi mamá, que es oyente, y me ha apoyado siempre”, comparte Irma, con una expresión de satisfacción.
Aquí, mientras desarrollaba sus labores, en medio de la convivencia, conoció a Rodolfo Sánchez; quien sería años más tarde, su esposo, con quien procreó un hijo. Los tres tienen discapacidad auditiva.
“Conocí a Irma en la escuela, tiempo después en el Centro Social Tío Antonio la conocí (mejor) y empezamos una relación. Hoy por hoy formamos una familia y me siento orgulloso y muy feliz de estar con una persona como yo, tenemos gran comunicación. Admiro su trabajo, su valentía y la amo mucho”; compartió el feliz esposo y compañero de labores en Granada.
Con más de 12 años en Café de Las Sonrisas, Irma es reconocida por su calidez, amabilidad y su alegría, que ha robado el corazón de todos.
Antonio Prieto, propietario de este café, comparte esta visión; “Comenzamos con Irma, Rodolfo y otros muchachos a realizar prácticas laborales después de la escuela; tejiendo hamacas, luego vino el café y ya no se fue. Irma es un torrente, es energía, es imposible no quererla, es el alma del café. La Enseñanza que Irma nos deja, es la misma de las personas con las que he trabajado: Ser mejor persona.”
Finalmente, esta guerrera, comparte un mensaje a todas las mujeres y en especial a las que tienen alguna discapacidad. Todo es posible con voluntad, empeño, actitud positiva y una sonrisa.
