En horas de la tarde del domingo, cientos de ciudadanos caminaron por varias horas sobre la carretera que dirige al municipio del Sauce, Estelí, con el propósito de agradecer las bendiciones en sus vidas.
Héctor Urrutia, habitante del municipio de San Nicolás, recorrió 35 kilómetros para llegar a Estelí. Ahora le toca caminar 45 kilómetros hacia el Sauce para pagar su promesa en horas de la noche. Este joven tiene más de 5 años de estar haciéndolo.
«Decidí caminar en horas de la noche porque me gusta, ya que me concentro más con Dios. Me acompañan varios amigos. Un total de 80 kilómetros voy a recorrer, pero vale la pena. De esta manera me siento bien con nuestro creador», recalcó Urrutia.
El frío ni el cansancio son opciones para los cientos de feligreses que pasaban por esta carretera, aunque otros tomaron un camino distinto, pero que los llevó al mismo lugar.
Una tradición de devoción en El Sauce, Estelí
Dilma Gutiérrez, poco a poco, de rodillas, se acerca al Cristo de Esquipulas, que está ubicado en la iglesia del Sauce, mientras le agradece por los milagros que ha recibido.
«Este es un sacrificio que hago para mí. Todavía es pequeño para lo que Dios ha hecho por mi vida. Estoy cansada, pero Él me da las fuerzas para continuar. Qué bonito se ve que miles de personas vienen aquí y cumplen sus promesas», dijo Gutiérrez, del departamento de Jinotega.
Un aproximado de 40 mil personas visitaron este municipio, pero además, en esta fecha especial, para los emprendedores de los diferentes departamentos del país, es una de las mejores oportunidades para iniciar el año comercializando sus productos.
«Desde el 8 de enero me instalé con mi negocio aquí y, desde el 15, se desbordó la gente. Pagan sus promesas y después salen en busca de comprar comida, ropa, calzado y juguetes para niños. Hay una variedad y, gracias a Dios, siempre me va muy bien», dijo Tania López, de Masaya.