La familia Castillo del barrio Fátima de la ciudad de Rivas, tiene cuatro décadas celebrando la gritería en honor a la purísima Concepción de María. Este año ellos están agradecidos con la conchita por haber cubierto con su manto a uno de sus seres queridos, quien es sobreviviente de Covid 19.
“Hace tres meses estuve en estado crítico en el hospital Gaspar García Laviana de esta ciudad, estuve en peligro de muerte, le agradezco primero a Dios y a la virgen que me hizo el milagro de sanación, gracias a ella estoy aquí; celebrándola un año más, honrándola como se lo merece»; dijo José Adán Castillo, devoto de la virgen.
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Castillo añadió, «esta es una tradición que nos heredó nuestra madre, desde hace cuarenta años consecutivos sin parar la celebramos, y lo vamos a seguir haciendo, hasta que el señor nos lo permita, para seguir con esta devoción hacia nuestra madre santísima. Por tal motivo involucramos a nuestros niños, porque no queremos que muera la celebración, para así ir inculcándoles que ellos la sigan”.
Tradición en Rivas lleva 40 años
Para esta fecha especial, la familia Castillo se prepara durante todo el año. Ellos realizan ahorros entre todos, para preparar la tradicional gorra que se les brinda a los fieles pobladores de Rivas que llegan con el tradicional grito de ¿Quién causa tanta alegría?.
En la elaboración del altar trabajan todos por igual, aportando cada uno sus ideas, sin olvidar lo tradicional, este año el altar estuvo elaborado a base de productos tradicionales como madroño, matracas, indios, canastas, pascuas entre otros adornos muy peculiares de esta tradición centearia, la familia Castillo recomienda a las familias que el mejor regalo a la virgen es la unidad y el amor familiar, además del respeto a la vida.