El 23 de marzo de 1980, cientos de maestros, estudiantes y brigadistas salieron en caravana de Managua hacia el interior del territorio nacional, con el propósito de enseñar a leer y escribir a la población de las zonas rurales del país; entre ellas en Madriz.
En ese momento, Nicaragua se enrumbaba hacia una gesta histórica y cultural, tras el inicio de la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización, un proyecto educativo cuyo objetivo fue erradicar de un 50.3% a un 12.9 % el índice de analfabetismo; según datos del Ministerio de Educación.
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En tanto el Ministerio de Educación, en el departamento de Madriz, celebra este acontecimiento histórico y reconocido a nivel mundial por la UNESCO hace 43 años; con un encuentro que sostuvieron con miembros alfabetizadores y brigadistas que participaron en esa jornada educativa en esa época.
En esta ocasión Maritza del Rosario Ríos, originaria del municipio Palacagüina en Madriz, recuerda aquel 23 de marzo de 1980 cuando siendo una adolescente de 13 años en ese entonces; se integró a las filas de cientos de jóvenes, mismos que se disponía a viajar hacia las comunidades, para enseñar a leer y a escribir con mucho amor a las familias campesinas.
Recuerdos de la Cruzada Nacional de Alfabetización
«Recuerdo que en esa época estaba estudiando en secundaria, para mí fue como la primera victoria educativa, que se logró después del triunfo de la Revolución en Nicaragua, y ese fue un gesto hermoso que realizamos varios que nos tocó alfabetizar a nuestra gente en el campo»; manifestó Ríos.
Recuerdan gesta histórica educativa en Madriz
Así mismo Doña Imelda de Jesús López, una mujer campesina de la comunidad El Jocote del municipio de Palacagüina, también recuerda aquel momento cuando llegaron los alfabetizadores a su humilde hogar, para enseñarle el camino del conocimiento.
«Recuerdo como si fuese ayer, cuando llegaron los muchachos y nosotros con pena porque no sabíamos leer ni escribir. Luego fuimos tomándole confianza y cariño cuando nos enseñaron a escribir con lápiz de carbón nuestro nombre»; expresó.
«Sin duda alguna creo que ese esfuerzo valió la pena porque hoy en día tenemos otras habilidades y nuevos conocimientos. Nos hemos desarrollado y valemos como personas que logramos salir de la oscuridad»; dijo López.