La Alcaldía Municipal de Jinotega realizó el tercer Festival Musical de Artistas Jinoteganos de Polkas, Mazurcas y Jamaquellos en homenaje a la agrupación “Los soñadores de Sarawaska”.
Este festival es organizado año con año, donde el principal objetivo es rescatar las culturas y tradiciones jinoteganas en el arte de la música, pues el departamento ha sido generador de grandes talentos nacionales y e internacionales en la música; y por ello los Soñadores de Saraguasca; siendo un icono de la música cultural han sido escogidos como homenajeados.
- Te interesa: Todo un éxito fue el festival vaquero en Estelí
Durante el desarrollo de esta tercera edición, Autoridades Municipales y Concejo Municipal actuaron una Sesión Extraordinaria; donde se declaró como Patrimonio Histórico y Cultural de Jinotega a esta agrupación y su tema musical titulado; “Chavala de Tomatoya” los cuales representan a Jinotega en los diferentes rincones de Nicaragua.
Más de 45 agrupaciones musicales (solistas, duos, tríos, cuartetos y quintetos) participaron de este grandioso festival; deleitando a toda la población que se hizo presente para disfrutar de cada una de las presentaciones artísticas.
Tributo a los soñadores de Sarawaska
El edil Jinotegano, Leónidas Centeno, manifestó: «Es para nosotros un orgullo estar viendo acá a todos estos jóvenes solistas y agrupaciones musicales. Estar aquí formando parte de este festival en honor a nuestro icono cultural de la música; es increíble ver a las familias aglomeradas para disfrutar de este festival que todos los años deberá ser celebrado, ya que son un patrimonio histórico de Nicaragua».
De esta forma, los ganadores de las diferentes categorías de este festival fueron premiados con premios por su destacada y ardua participación en este festival.
Así mismo, el alcalde de Jinotega, destacó que para el nuevo año 2024 esperan poder haber concretado la compra de un nuevo terreno; que permita y cuente con todas las condiciones para ser una bonita y atractiva plaza para la celebración de este festival que llena de alegría a las familias nicaragüenses y un tributo a los soñadores de Sarawaska.