El modelo de educación técnica gratuita y de calidad continúa formando a jóvenes y adultos en carreras técnicas que sirven de base para nuevos emprendimientos en diferentes lugares de Nicaragua. En Nandaime encontramos a una joven con muchos sueños y aspiraciones en la finca «La Bendición»; carretera Granada-Nandaime, Km 62, entrada, Monte Verde, 700 metros al este, Nandaime.
Gretchen Monjarez, un ejemplo de que la educación técnica puede abrir muchas oportunidades. Ella es una mujer trabajadora y dedicada que está decidida a lograr sus metas. Es estudiante de la carrera de agronomía en el Tecnológico Nacional José Dolores Estrada de Nandaime; y hoy implementa los conocimientos aprendidos en sus propios cultivos.
Monjarez, una joven madre de dos hijos, pero con muchas aspiraciones para salir adelante, es estudiante de carrera universitaria de psicología y también estudia agronomía en el instituto tecnológico; pero con la pasión por la tierra y su naturaleza.
Desde pequeña, se formó en el campo en medio de los cultivos, lo que la apasionó por estudiar agronomía y así poder resolver los problemas agrícolas en la parcela de 7 manzanas que tiene junto a sus padres en la comunidad de Monte Verde.
Aunque reconoce que su mamá es la que la ha impulsado y costeado sus estudios universitarios; sentía la necesidad de aprovechar la oportunidad que brinda el gobierno del presidente Daniel Ortega y emprender una carrera que pudiera ayudar a lo que tanto ama, como es la tierra.
Ejemplo de éxito en el Tecnológico de Nandaime
En sus estudios técnicos, ha aprendido todos los conocimientos técnicos y los está aplicando en los cultivos de plátanos, yuca, papaya, quequisques, entre otros; que sirven para la diversificación de los cultivos y la rotación de los mismos como protección de los suelos.
En sus cultivos, hoy en día, se ha ahorrado un sinnúmero de dinero porque ya no pagan a un técnico para que vea los cultivos. Ahora ella es la especialista que hace todo el trabajo técnico y, al mismo tiempo; ayuda a su mamá en la comercialización de los diferentes rubros que cultivan en los mercados locales.
Además, ha desarrollado su propio emprendimiento como los chips de plátanos. «Ahora ya no se desperdicia nada en nuestra finca»; decía luciendo una hermosa sonrisa, esta joven apasionada por los cultivos.
E instó a todos los jóvenes a matricularse para que aprovechen la educación gratuita y de calidad en estos centros tecnológicos que forman a los nuevos profesionales del país.