Con lágrimas de alegría y gratitud 23 familias en Ocotal, recibieron las llaves de sus viviendas dignas, bonitas y seguras entregadas por la alcaldía municipal en plena navidad y vísperas de año nuevo.
El proyecto de interés social, ubicado en el barrio El Tunal, se ejecutó con fondos compartidos de la alcaldía municipal, el ANF (American Nicaraguan Foundation), el Instituto de la Vivienda Urbana y Rural (INVUR) y el aporte simbólico de 300 dólares por cada familia beneficiada.
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Cada vivienda tiene un costo de 7 mil 400 dólares; estas cuentan con un área de 43 metros cuadrados de construcción, que incluye 2 porches, 1 sala, 2 dormitorios y un área de cocina. Asimismo el proyecto garantiza el protagonista el sistema eléctrico instalado, lavandero instalado, enchapado de letrina y fosa séptica.
Proyectos sociales benefician a familias de Ocotal
“Un proyecto más de las miles de viviendas que este gobierno ha entregado en toda Nicaragua. Un programa emblemático, permanente que vamos a continuar llevando el próximo año para dar bienestar a nuestras familias y soberana patria”; expresó Axel Gómez vice alcalde de Ocotal.
Durante el acto inaugural la alcaldesa Xiomara Tercero, indicó que «gracias a la voluntad del gobierno sandinista que trabaja articuladamente; en menos de dos meses se han construido 40 viviendas beneficiando a igual número de familias en la localidad (…) este proyecto no es más que el interés de nuestro buen gobierno de restituir derechos y garantizar el bien común de nuestras familias”; aseveró.
Cabe destacar que las familias beneficiadas con el proyecto habitacional se encontraban en situación de riesgo y que en temporada de invierno tenían que ser evacuadas a centros de albergues “en su momento realizamos un diagnostico que reflejó la necesidad palpable de que debían ser reubicadas y hoy aquí están recibiendo sus viviendas”; recalcó Tercero.
Doña Agustina González López, es una de las beneficiadas, quien rebosante de alegría expresó sentirse agradecida «después de vivir en un guindo, donde cada invierno me mojaba, luego se cayó mi casa y sufría, hoy estoy en mi casita; me siento súper agradecida primero con Dios y después con mi comandante Daniel Ortega».
«Ocho años de vivir posando, alquilando con mis niños, eso quedó atrás, estoy bien alegre, nunca imagine que podría tener mi propia casa»; dijo la joven Irlanda Velázquez sin poder evitar contener el llanto por la emoción de este importante beneficio que dignifica al ser humano.