El almíbar es un postre que se prepara para estos días de calor y cada familia tiene una forma muy particular de prepararlo; si es en el fogón es mucho mejor nos dice doña Leonarda López; quien heredó su receta de su abuelita hace más de 30 años y que hoy forma parte de una variedad de productos en Dulcería el Pochote en Masaya.
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Encontramos a Leonarda con un gran perol donde semanalmente prepara unas más de 100 libras de almíbar para la venta; no necesita salir de su casa para el comercio, ese tiempo ya pasó; destaca que su producto tiene muy buena calidad y aquí en la comarca el pochote donde clientes de todas partes de Nicaragua vienen a buscar las mieles; postres y cajetas que elabora.
«Como ustedes en el perol tenemos grosella, para darle un poco de sazón a la miel, le montamos, jocote guaturco que le da sazón; lleva jocote dulce, revolvemos un poco, no tengo miedo a que nada se me haga masa porque ya yo previamente tengo procesado; preparo y conservo para tener todo el año y en cualquier momento hacerlo, le pongo nancite; el almíbar bueno tiene que llevar todos sus componentes, ponemos mango en miel, le echamos piña en miel, para darle gusto», dice Leonarda en Masaya.
Doña Leonarda recuerda que hace 15 años aún tenía que salir a vender cajetas a las calles, llevaba una charola (bandeja); donde colocaba cada producto, esto lo hacía para sustentar a su familia, hoy en día las cajetas son buscadas en su hogar; y destaca el apoyo que ha recibido de parte del gobierno sandinista para poder desarrollar su emprendimiento.
Dulcería El Pochote en Masaya
«Ningún gobierno nos apoyaba, nos veían como cualquier cosa, hoy en día no; tenemos unos valores y méritos que nuestro gobierno nos ha ayudado a salir adelante, alcaldías, MEFCCA, todo lo que es instituciones del gobierno», enfatiza López en Masaya.
Esta mujer trabajadora, que cada día se levanta con el propósito de fortalecer la economía del país; menciona que estamos en una de las mejores temporadas para este tradicional postre que en las familias se acostumbra dar a las visitas con un vaso helado de pinol e incluso pinolillo.
