Dos eventos para las familias de los ocho marinos desaparecidos de la embarcación pesquera Skorpion 1; misma que naufragó el pasado 14 de julio en aguas del Mar Caribe entre Los Cayos Perlas y Little Corn, están poniendo fin a las esperanzas de los familiares.
Ángel Alexander Sándigo, es el otro joven marino sobreviviente del naufragio de la embarcación pesquera Skorpion 1; quien con todo el valor habló con las madres, esposas y resto de familiares de los ocho marinos, aun en calidad de desaparecidos. En exclusiva, el equipo de Crónica TN8 en el Caribe Sur logró estar en ese momento.
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Las palabras del segundo marinero sobreviviente vienen a ratificar la versión del otro joven marino, Nick Adonis Espinoza Jiménez.
«Todos salimos del barco, en el barco no quedó ninguno de los muchachos; los 11 salimos cuando el capitán nos ordenó que abandonáramos la embarcación»; fue el momento preciso que empezó a ponerle fin a las esperanzas que aún tenían las madres de los ocho marinos desaparecidos. Esto debido a que ya no se realizará la búsqueda de posibles cuerpos dentro de la embarcación hundida.
«Sí, es cierto, todos logramos agarrarnos de la tapa de un termo. Como pudimos le amarramos dos nasas y así permanecimos desde el domingo a las seis de la tarde; que se dio vuelta el barco, hasta el martes por la tarde. Luego, uno a uno se fueron soltando de la tapa del termo.»
«Sentimos miedo, todos decíamos que íbamos a morir y fue cuando todos dijimos: si alguno sobrevive; dejemos un mensaje para que les digan a nuestras familias nuestras últimas palabras. Y así fue, uno a uno empezamos a decir qué mensaje le dejábamos a nuestras familias. Lamentablemente, hoy yo tengo que darle ese mensaje a cada madre.»
Fue el otro momento donde la angustia y el dolor volvieron a vivirse entre las madres que escuchaban al segundo marinero sobreviviente; momento que viene a ponerle fin a las esperanzas de encontrar a sus hijos.
«No sé cómo el mar nos llevó hasta donde estábamos nosotros una sopa tres minutos aún en su bolsa. De esa sopa aún cruda comimos un pedazo cada uno, intentando sobrevivir, pero lamentablemente no todos lo logramos. El capitán del barco fue el último en soltarse y, antes de hacerlo; solo pidió que le dijera a su mamá que la amaba mucho y a su esposa que también la amaba y que amaba a sus hijos.»
De los 11 tripulantes del barco pesquero, solo un cuerpo ha sido recuperado, el del cocinero Job Eliu Guillén García; quien ayer cumpliría 26 años de edad, día en que fue cremado en Costa Rica luego de que su cuerpo fuera recuperado e identificado por dos de sus hermanas mayores; quienes viajaron a Costa Rica para realizar los trámites necesarios y poder trasladar las cenizas a Bluefields.
Fue aproximadamente a las 10 de la noche que, en una urna en los brazos de una de sus hermanas, ingresaron las cenizas de Job a la casa donde habitan los padres.
«Papá, acá le traigo a su hijo»; fueron las palabras al momento en que la hermana de Job entregaba las cenizas de su hermano a su padre.
La llegada de las cenizas de Job Guillén viene a marcar las vidas de las familias de los ocho marinos desaparecidos; quienes en su dolor acompañan en la vela a los padres y resto de familiares del joven Guillén. Pero también viene a ponerle fin a las esperanzas de seguir buscando a los marinos.
Las cenizas de Job serán llevadas al cementerio hasta el sábado tres de agosto. Los familiares de los otros marinos desaparecidos pidieron acompañar un día más a la familia para también simbólicamente despedirse de sus seres amados, ya que no hay recuperación de más cuerpos.
La familia del joven Guillén García agradeció el apoyo incondicional de parte de la Embajada de Nicaragua en Costa Rica; y a las autoridades del municipio de Bluefields por el apoyo incondicional para traer las cenizas de Job. También agradecieron el apoyo de la población de Bluefields por sus muestras de solidaridad.