Masaya es un pueblo que conserva sus tradiciones y forma parte de estas la gastronomía. Es una costumbre que el primer miércoles llamado de ceniza se inicie con un menú que haga a un lado las carnes rojas y es aquí donde llega la tradicional sopa de queso o de rosquillas.
Cumpliendo con las tradiciones año con año la familia López, inicia su tiempo de Cuaresma preparando la sopa de rosquillas. Comenta que desde un día anterior el primer paso es la nesquisa del maíz.
Petronela García dice: «En la noche dejamos nesquisado el maíz, ya en la mañana se revuelve con el queso y se manda al molino a moler. Se deja comprado todo, tomate, el agrio, todos los tomates, preparamos la masa, tenemos allá el agua donde se hace el recado de la sopa y después le dejamos caer la rosquilla».
De generación en generación la familia López va transmitiendo estas costumbres como compartir la sopa de queso con amigos, familiares y vecinos.
Deliciosa sopa de queso en Masaya
«Yo la hago desde que era chiquita con mi mamá, desde siempre. Es una tradición que ella nos enseñó, que la Cuaresma se respeta, en el sistema de que se comienza con la sopa de rosquillas. El día viernes no se come carne, se puede hacer el Gaspar, el Gaspar en arroz aguado o ahumado. Ella nos decía, cuando viene la Cuaresma no se enciende fuego, era el tamal con queso, el almíbar con el pinol o alfeñique (dulce nicaragüense)»; indicó, desde Masaya.
En el tiempo de Cuaresma esta familia indica que es importante respetar las tradiciones que están ligadas a la fe.
«Para iniciar esto nos venimos organizando poco a poco. La Cuaresma siempre entramos en la parte de la reflexión, orándole a Dios, la realidad de cosas que somos bendecidos por un Dios que nos ama, en un país muy bonito, en paz y que amamos al prójimo»; menciona Noel López, esposo de doña Petronela.
Y es por esto y mucho más que Masaya es considerado cuna de las costumbres y tradiciones con gente laboriosa.