Cada seis de diciembre feligreses de toda Nicaragua llegan a la Basílica Menor y Santuario Nacional Inmaculada Concepción de María; que se ubica en el municipio El Viejo, Chinandega.
Así mismo, los ciudadanos asisten para ser partícipes de la tradicional Lavada de la Plata que es un rito religioso; en el cual se limpian los tesoros que acompañan a la Santísima Virgen María, patrona de los fieles católicos de Nicaragua.
En este sentido Elisa Picado, creyente católica expresó; “Yo creo que estas son las fiestas más bellas del año, para mí realmente es una gran emoción venir todos los años. La virgencita siempre a sido cercana a mi, desde niña me ha hecho un llamado a cantarle”.
De igual manera, la tradición simboliza la limpieza del alma de los peregrinos y data desde hace más de 200 años; luego de una solemnidad la actividad da inicio oficialmente en donde cada devoto participa del especial momento.
En Chinandega, se preparan para la tradicional gritería del 8 de diciembre
“Casi siempre salen 72 piezas de Plata de las cuales fueron donadas en favores recibidos a nuestra imagen, nuestra señora Inmaculada Concepción. El significado no es sólo limpiar los objetos de la Virgen, sino que también significa limpiar nuestras almas que es el principal objetivo de esta lavada de la plata”; señaló Rodolfo Picado, creyente católico.
En este sentido el Gobierno de Nicaragua participa de esta actividad, garantizando la seguridad y tranquilidad de los que llegan cada año a uno de los encuentros de mayor importancia para el catolicismo.
Esta actividad es parte de la antesala a la celebración mayor de cada 8 de diciembre en la que se realiza una procesión que sale en horas de la tarde de la basílica menor; siendo el único día en el que la imagen antigua recorre algunas de las principales calles de la ciudad de El Viejo.
