La Lavada de la Plata es un rito religioso en el cual se limpian los tesoros que acompañan a la Santísima Virgen María, patrona de los fieles católicos de Nicaragua; lo que además simboliza la limpieza del alma de los peregrinos.
Esta tradición data desde hace más de 200 años y desde horas tempranas de cada 6 de diciembre se inicia la acogida de los feligreses que visitan la Basílica Menor y Santuario Nacional Inmaculada Concepción de María; ubicada en el municipio El Viejo, departamento de Chinandega para participar de dicha actividad.
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Darwin Morales es promesante y relató: “Es una tradición familiar por más de 60 años que se transmitió de mi abuela hacia mis padres y de mis padres hacia nosotros. Entonces nosotros estamos cumpliendo con esa tradición ferviente a la Virgen”.
De igual manera, Luisa Zúñiga, expresó: “Dentro de toda esta tragedia de la pandemia siempre estamos para ella, porque ella nos ha dado mucho a nosotros. Es una tradición familiar y nacional porque acá vienen de todas partes de Nicaragua, no solo de El Viejo”.
Tradición en Chinandega y de toda Nicaragua
El Gobierno de Nicaragua también participa de esta actividad, garantizando la seguridad y tranquilidad de los asistentes que año con año se dan cita en este encuentro de suma importancia para los católicos.
María del Tránsito Guevara, alcaldesa de El Viejo, detalló: «acá estamos en seguridad, con todas las instituciones: INTUR, la policía, la alcaldía; cuidando que los peregrinos estén participando en esta peregrinación seguros en un ambiente de tranquilidad y de paz”.
Estas actividades culminan el 8 de diciembre con una procesión que sale en horas de la tarde de la basílica menor, siendo el único día en el que la imagen antigua recorre algunas de las principales calles de la ciudad de El Viejo, Occidente de Nicaragua.