Se despide una leyenda del boxeo, el nicaragüense, campeón del cuadrilátero internacional, «Medalla de Oro en peso minimosca»; Eliseo Marcial Urcuyo Donaire «Chevito», quien pasó a otro plano de vida a sus 68 años de edad.
Chevito, esta noche de viernes 23 de agosto, es velado por familiares y amigos en la ciudad de Ocotal; departamento de Nueva Segovia; y mañana sábado, el Gobierno Municipal y las autoridades políticas le rendirán un homenaje póstumo a la gloria del boxeo nicaragüense.
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Originario de León, Chevito no solo fue un gran boxeador, sino también un luchador incansable que, con determinación y pasión; forjó el camino para el desarrollo de esta disciplina deportiva en esta tierra segoviana.
Su legado es admirable y se destaca en las páginas de la historia por ser el fundador de la primera escuela de boxeo en Ocotal que llevó su nombre; «Escuela de Boxeo Chevito Urcuyo».
Con una espléndida trayectoria, el Campeón Nacional; con su estilo combativo y su capacidad para enfrentar cada reto con coraje, lo llevaron a la cima del boxeo nicaragüense.
Realizó 20 peleas, todas ganadas por nocaut. Además, en el Boxeo Profesional realizó 32 peleas, de las cuales ganó 24 por nocaut, perdió 5 y empató 1.
A nivel internacional se destacó ganando en peso minimosca; con la cual obtuvo Medalla de Oro en 1973 y fue galardonado con el premio “Guantes de Oro”.
El legado del gladiador del cuadrilátero también impactó en la Copa Nacional de Boxeo «Alexis Argüello»; en la cual fue entrenador de Los Guerreros de Las Segovias.
Muere Chevito Urcuyo, icono del cuadrilátero
Exactamente hace un año, el 23 de agosto del 2023; la Asamblea Nacional aprobó por decisión unánime otorgar una Pensión de Gracia con carácter vitalicio a “Chevito Urcuyo”; en reconocimiento a su valioso aporte al deporte nicaragüense como boxeador y en la formación de jóvenes y niñez, nuevos talentos deportivos.
El año pasado, Chevito cayó gravemente enfermo y pasó su proceso en casa; enfrentando con dignidad una enfermedad terminal que finalmente le arrebató la vida el día de hoy.
El pueblo de Ocotal lamenta su pérdida, pues deja un vacío inmenso; pero su legado y ejemplo de superación serán siempre recordados y serán una inspiración para las futuras generaciones de boxeadores; y para todos aquellos que creen en el poder del esfuerzo y la dedicación.