El 2 de noviembre en Nicaragua se conmemora el Día de los Difuntos, una fecha en la que miles de familias acuden a los distintos cementerios del país para pasar un momento íntimo con sus deudos que ya no están en este plano terrenal.
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Las familias nicaragüenses se dan un espacio para estar un momento con ese ser que aunque físicamente ya no lo puedan ver, vive en su memoria de sus seres amados. Las distintas bóvedas son arregladas, pintadas, placadas y enfloradas en estas fechas.
Para muchos este día es una oportunidad para ganarse el sustento y llevar a sus hogares un poco de lo que se ganan realizando trabajos de pintura, limpieza y mejoramiento en las tumbas a un costo accesible, pues el objetivo es ganar para los frijolitos.
Trabajo diario
Don Juan Ramón Hernández de 74 años de edad llegó hasta el cementerio Getsemaní de Jinotepe, un balde, dos potes de pinturas, brocha en mano lo encontramos pintando una bóveda, dice que lo contrataron para pintarla y por eso llegó desde temprano al cementerio, eran más de las doce y aún con dificultad para caminar por su avanzada edad, nos expresó que diario llega para ofrecer sus servicios de limpieza y pintura a todo el que llega a mejorar las bóvedas de sus deudos.
"Aquí me la rebusco para llevar para la comidita del día, me gusta salir a buscar el pan de cada día, ya tengo mi clientela, por eso me vengo temprano para aprovechar la mañana con la pintada", dijo muy sonriente Don Ramón Hernández.