Torovenado recorre Masaya en honor a San Jerónimo Doctor

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Las expresiones culturales del pueblo de Masaya recorrieron representando el Torovenado de Monimbó, con sátira; cada participante expresó con sus cuadros su sentir y diario vivir de este pueblo que lucha por mantener vivas estas tradiciones.

"Representamos las lavanderas de Monimbó, cada año salimos y nos alegra andar aquí, andamos en un grupo de cinco acompañados en este cuadro", mencionó Miguel Flores.

"Estamos representando los antiguos protestantes de San Lázaro, tiempo atrás la gente protestante tal vez tenían un perrito enfermo y le prometen a San Lázaro una chicha, una comida; el objetivo de participar es que no se pierdan las costumbres y tradiciones entonces decidimos nosotros salir en este cuadro, somos primos todos", dijo Jony González, quien destacó que en estas festividades participa desde los siete años de edad, hoy ya cuenta con 25.

 

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"Es bueno porque no perdemos las tradiciones de los masayas, venimos respetando el cuadro de que antes en la época precolombina las señoras llevaban a ofrendas donde hacían rezos de la época del niño Dios, así como nos llevan vestidas ellas lucían para ir a ofrendar a las casas", dijo Rigoberto López.

El Torovenado de Monimbó destacó que se estarían otorgados premios a los mejores cuadros que representarán la autenticidad del pueblo de Masaya.

"El monimboseño trabaja para sustentarse a la vez trabaja por mantener nuestra identidad cultural, es así que los que miramos hoy con su carroza ellos patrocinan, queremos rescatar como consejo de anciano como se premia antes, antes se daban nacatamales y rosquillas pero esta vez los premios irán acompañado con electrodomésticos, canastas básicas, porque queremos darle una particularidad diferente", destacó Rafael Rodríguez, secretario del consejo de anciano de Monimbó.

Cuadros autóctonos como las lavanderas, los antiguos promesantes de San Lázaro, el ahogado del bajadero de la laguna, se pudieron observar durante el recorrido del Torovenado de Monimbó, que inició desde la parroquia María Magdalena, continuando las calles del centro de la ciudad hasta concluir en San Jerónimo.