Desde las 5 de la mañana inician labores de trabajo en los trapiches de Santa Teresa, en Carazo, un municipio donde desde ya huele a dulce, los que son sacados de la templa de la caña para convertirlos en atado de dulce.
Don Bayardo Alemán es propietario del trapiche La Loma, ubicado en el km 53 de la Carretera Sur. En este trapiche laboran alrededor de ocho personas pero en temporada alta la cantidad de familias trabajando aumenta debido a la demanda de dulce, que es común para los meses de noviembre y diciembre.
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Alemán afirma que el dulce es procesado en los trapiches de la zona tereseña, porque es utilizado como materia prima para hacer cajetas, café, pelotas de trigo,etc.; muchos de estos productos son repartidos en las Purísimas de este 7 y 8 de diciembre.
¿Cómo se elabora?
Todo inicia con la siembra de la caña, que dura de dos a tres años para estar preparada para su corte. Luego que se corta, los cargadores que llegan en sus carretas haladas por caballos o por bueyes llevan la caña cortada hasta los trapiches, donde manos laboriosas esperan para procesarlos.,
Ahí introducen la caña a la máquina de triturar donde se extrae el jugo, luego esto pasa al sartén caliente, que mide apróximadamente 6 metros cuadrados. Ahí se remueve el jugo de la caña a altas temperaturas de cocción hasta que condensa y se convierte en un líquido espeso que es chorreado en los moldes, donde reciben un tiempo estipulado para luego sacarlos y empacarlos para comercializarlo.
Esta manera de trabajar ha pasado de generación en generación y con ello se hacen productos tradicionales de Nicaragua.
