Un bonito emprendimiento ha surgido de una familia en La Paz de Carazo, luego de ver la oportunidad de hacer de su hogar una variedad de distracción, para que no solo su familia sino turistas nacionales y extranjeros visiten y conozcan cómo es la vida en el campo.
Wilmer Omar López Martínez, es un joven que se dedicó a cultivar las tierras de la finca de sus padres, en la Finca Santa Julia, ahí vio en ella la oportunidad de salir adelante y motivó a sus hermanos y padres a seguir creciendo, ya que tenían las posibilidades de hacer de su finca un atractivo turístico, en el campo donde las personas pueden llegar a experimentar los placeres de la vida en el campo.
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López inició creando un orquidiario, donde fue poco a poco llevando variedades que se desarrollan en el norte, pero que él ha hecho que sobrevivan en Carazo.
"Las orquídeas son un atractivo para el turista, el que paga hasta en dólares por una especie que ellos ven como única. Esta ruta de la orquídea te trae paz y hasta dicen que es un relajante para el cuerpo, pues se respira paz y tranquilidad al estar en contacto con ellas", expresó el joven.
En la Finca Santa Julia podrás estar en contacto con la naturaleza, ver las hortalizas, árboles de mangos y disfrutar de ellos, además de las bellísimas orquídeas que florecen entre los meses de junio, julio y agosto.
Fauna para observar
El zoo criadero de garrobos y las tilapias son otro atractivo en este lugar que ha sido preparado con mucho amor por la familia López Martinez.
Afirman que una tilapia llega a pesar hasta cinco libras y son muy bien vendidas en el mercado. Ellos tratan de venderle al cliente a un precio favorable, mucho más barato que en el mercado y es por eso que son buscados.
Gracias a las capacitaciones y apoyo del Ministerio de Economía Familiar, MEFCCA, han logrado establecerse como un ícono importante en esta comunidad y esperan darse a conocer más para ser visitados por más turistas. Entre sus planes está construir unas chocitas para que el turista disfrute del ambiente fresco de la finca.
"Si el turista desea comerse su pescado, ahí tenemos para que ellos mismos las pesquen a su gusto y antojo. Nosotros la freímos y aquí tenemos el complemento para deleitarse con una rica comida, hay plátanos, aguacate, malanga, pipián, sandía, cacao, etc", dijo Wilmer.
Esta finca queda ubicada de la capilla de Esquipulas, 500 metros al sur.
