El esfuerzo y dedicación a los hijos, Ana Patricia Aguilar lo combina con las ganas de salir adelante elaborando vinos de pitahaya y piña, una madre destacada que reconoce que para un futuro mejor el estudio es lo primordial.
Todos los sábados acompaña a sus hijos y nueras a sus centros de estudios para motivarles en la educación de secundaria a distancia en la escuela San Ignacio, del municipio de La Concepción, pues refiere que las oportunidades para estudiar en la Nicaragua de hoy hay que aprovecharlas ya que son para todos y todas.
"Es una mujer emprendedora, lucha día a día con sus hijos, siempre ha sido una madre responsable, nos dice que algún día los estudios nos va a sacar adelante, nos va servir en un futuro", dijo Lizeth Patricia Méndez, nuera de Ana Patricia.
Madre de tres hijos con el apoyo del gobierno de Nicaragua emprende los conocimientos adquiridos en la elaboración de vinos a base de la pitahaya que ha sembrado en su tierra.
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"Soy agricultora en tiempo de invierno trabajo en agricultura, en tiempo de verano trabajo en los mercados, tengo pitahayas, anteriormente vendíamos en el mercado, pero ahora la vendemos a una empresa la pitahaya, hacemos vinos con el INTA, aprendimos como hacer el vino, el vino de pitahaya, el vino de jamaica y el de coyolitos, nos enseñaron y tengo cinco meses que empecé con el vino, mi nuera me ayuda, lo llevamos a las ferias, hemos vendido", dijo Ana Aguilar.
Los hijos son la mayor motivación
"Nosotros dejemos el tiempo, trabajamos aquí, en tiempo que trabajamos más fuerte es el invierno, en verano hago el vino y lo salgo a negociar, como es mi propio trabajo decido en día que me quedo, yo hablo con ellos (hijos) que aprender a trabajar todo lo que nos enseñan, han aprendido a trabajar", refiere Aguilar.
Aguilar empieza a producir durante la época del invierno que refiere será muy buena para sus tierra y la de todos los agricultores, espera producir más de dos mil pitahayas en diferentes variedades, así se prepara para seguir produciendo vinos que oscila su precio desde los 80 córdobas hasta los trescientos además de vender la fruta en los mercados.
