Con los primeros rayos del sol, la mañana de este jueves 26 de marzo, familias devotas a la imagen de Jesús del Rescate salían en su viaje peregrino a bordo de las tradicionales carretas para pagar favores recibidos a la imagen de Jesús del Rescate en Popoyuapa, Rivas.
Muchos de ellos emprenden el viaje de cinco días para pagar favores recibidos, otros viajan en busca de un milagro o bien por tradición familiar. Lo cierto es que la peregrinación no es una acción religiosa que se ejecuta en una semana, sino más bien de todo un año.
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“Desde chavala mi mamá me traía a este viaje, mis viejitos que ya murieron a ellos les debo haberme quedado con esta fe que mi padre y mi madre me enseñaron, y de la cual puedo dar testimonio y ahora yo les digo a mis nietos que continúen llevando la carreta a Jesús”, dijo Marcelina Martínez, devota de la imagen de Jesús del Rescate.
Cumplir promesas
El viaje se realiza año con año previo a la Semana Santa y quienes participan de esta acción religiosa aseguran que es una tradición familiar, y que sin importar las condiciones ellos cumplirán su promesa de asistir al santuario nacional, logrando asistir a Popoyuapa alrededor de 120 carretas.
“Nosotros vamos porque tenemos que asumir la responsabilidad de cumplir con nuestra promesa, porque nosotros somos buenos cristianos y no podemos dejar caer la peregrinación porque lo llevamos en el corazón”, manifestó César Marenco.
Acompañamiento de la comuna
Las autoridades municipales de Granada como cada año brindaron un acompañamiento especial a los peregrinos, otorgándoles frazadas, viveros y un kit de higiene personal, lo que les permitirá mayor seguridad ante la pandemia mundial del coronavirus.
“Esta es una de las tradiciones más importantes que tenemos previo a la Semana Santa y que Dios primero como siempre va protegiendo a esta gente y a nosotros. Gracias a Dios estamos libres todavía de cualquier plaga y trabajamos para mantenernos así”, dijo Julia Mena, alcaldesa de Granada.
La peregrinación se realizó pese a que la iglesia católica había suspendido toda actividad religiosa, sin embargo, para estos hombres y mujeres de fe, una promesa es una promesa y se debe cumplir.