Hace 42 años, Masaya vivió el genocidio a jóvenes, adultos y niños por parte de la Guardia somocista en Los Sabogales, ahí le arrebataron la vida al apóstol de la unidad, Camilo Ortega, además de Arnoldo Quant y Rito Rivera. Su sangre derramada fue una llamarada para la juventud revolucionaria.
Sobrevivientes de esta masacre recuerdan estos días infernales en que para la Guardia somocista era un pecado ser joven.
"Al comienzo estábamos desorganizados, no teníamos una escuadra, éramos combatientes populares. Antes era de manera voluntaria, donde estaba la bulla ahí nos acercábamos a apoyar. Yo comienzo a organizarme después del ataque al cuartel porque era un estudiante del quinto año y había caído preso; mi maestro de matemáticas, el profesor Sebastián Escobar, hicimos un movimiento pro liberación. Realmente en ese tiempo era un delito ser joven, uno además de sentirse amenazado, uno ya sabía que tenía que organizarse para poder derrocar a la dictadura", recuerda María José Ruiz, conocida bajo el seudónimo de Marvin, durante la lucha revolucionaria.
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"Nos enfrentamos con las uñas con el gran sacrificio de poner la vida. No es lo mismo estar de tú a tú, de estar uno con un fusil el otro con una piedra. En esos tiempos la juventud luchó por un objetivo fundamental que era el derrocamiento de la dictadura", menciona Jacinto López, testigo de la masacre en Las Sabogales.
"Cuando matan al apóstol de la unidad, entonces nosotros comenzamos más fuerte la lucha, a agarrarlos a bombazos sobre esa carretera, ellos con fusiles, nosotros con bombas; con coraje porque somos monimboseños y así somos, no nos rebajamos, así seguimos luchando contra todo lo que ha hecho la derecha", enfatizó Eddy Pérez.
La sangre derramada germinó en paz y progreso
La paz que ganaron los héroes y mártires se ve reflejada el progreso de Monimbó con el Frente Sandinista.
Las calles dejaron de ser de tierra con el programa Calles para el Pueblo, la economía fluye, hay centros de estudios y de preparación gratuita y recreación sana para la niñez, ejemplo de esto es el parque El Corozal.
Uno de los programas más emblemáticos que ha ejecutado en los últimos años para Monimbó el Gobierno de Nicaragua es el del acceso al agua potable las 24 horas del día a través de ENACAL, con este se pretende salvar de la contaminación la Laguna de Masaya.
"Decimos que se han venido cumpliendo y se seguirán cumpliendo porque tenemos un porvenir, tenemos esa perspectiva de desarrollo y mejorar la calidad de vida y bienestar de nuestro pueblo. Vamos a mejorar, continuar ampliando instalaciones y dando un mejor servicio. Solo en los dos proyectos de agua potable y de aguas negras ha hecho una inversión, nuestro buen Gobierno, de más de 1 mil 300 millones de córdobas. Nunca Masaya había tenido algo de esta magnitud", enfatizó Orlando Noguera, alcalde de la ciudad.
Desarrollo palpable
La salud es primordial, así fueron inauguradas las mejoras y equipado para las familias del centro de salud de Monimbó, ahí se atiende de manera especializada a la mujer en prevención y tratamiento del cáncer.
El centro tecnológico comandante Camilo Ortega atiende a miles de jóvenes y adultos que buscan la oportunidad de aprender y emprender.
La cultura es parte de la identidad de los pueblos, hoy en día se promueve el rescate de la misma.
"Hoy lucimos las máscaras, no para luchar contra nadie, sino para llevar la cultura, más bien para seguir preservando nuestra idiosincrasia, que diferencia a 1978 a los que hoy estamos viendo en 2020 hoy las máscaras las usamos todos, niños, adultos, todos son miles de miles en toda Nicaragua, usan las máscaras pero es para llevar alegría, sátira, pero es para llevar la cultura
Hoy Monimbó vive en tranquilidad, la vida es mejor con proyectos que avanzan para beneficio del pueblo y la algarabía está en todos sus habitantes.