Las fiestas de la virgen de Guadalupe, aunque son de origen mexicano, con el pasar de los años se han venido arraigando en Nicaragua, en Matagalpa muchas familias celebran de diferentes maneras a la Virgen Morena, unos asistiendo a las procesiones, otros rezándole en su casa, mientras que quienes tienen la posibilidad de hacer brindis lo hacen, para compartir con el pueblo la solemnidad.
Una de esas personas es el señor Norman Almendares, quien para estas fechas celebra a la Emperatriz de América desde hace siete años “yo celebro a la virgen de Guadalupe, lo hago compartiendo con mis amigos, vecinos y conocidos, un poquito de lo que la virgen me da, al inicio comencé con los de la cuadra, luego se extendió al barrio y ahora vienen desde otros lados y a todos se les da, aunque sea un poquito ya que Dios da para todos”, declaró el creyente en la venerada imagen.
Almendares expresó además que “todo nació por una promesa que le hice a la virgen, yo estuve muy mal de salud y le prometí que si intercedía por mi todos los años le rezaría el rosario a las doce del día, y después compartiría un poco de comida y fresco, esto lo hacemos con mucho cariño ya que la virgen del Tepeyac me ha dada más a mi”, concluyó el devoto de la virgen.
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Cada uno de los que le acompañan llega hasta la casa, pero lo más característico es que cada quién es libre de llevar su pana, plato o balde, donde se llevará su porción de indio viejo.
Mientras tanto, Marlon José Escoto Gómez y María José Arauz Potoy aseguran ser devotos de la virgen de Guadalupe, “es cierto que nos alegra que nos den un poco de comida, pero nosotros venimos más por rezarle a la madre de Dios, hoy le pedimos a nuestro padre celestial bendiga esta familia y que le multiplique sus bienes ya que se desprende para compartir con notros”, concluyeron.