Siete de diciembre, noche de tradición y religiosidad en Matagalpa

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Una noche llena de fervor mariano y tradiciones fue lo que se vivió en la ciudad de Matagalpa, donde miles de fieles devotos a la madre Dios en la advocación de la Purísima Concepción de María se tomaron las calles de esta ciudad norteña.

Todo inició en el parque Morazán, el alcalde ingeniero Sadrach Zeledón, dio el banderillazo para que iniciara el recorrido por los altares y que las familias se llevaran su tradicional paquete, que con mucho amor los dueños de altares preparan para estas fechas. 

 
Desde muy temprano este siete de diciembre las familias de la ciudad y de comunidades aledañas empezaban a hacer sus recorridos y alistaban sus gargantas para que al llegar a cada altar gritar con todas sus fuerzas “Quién causa tanta alegría?, la Concepción de María” y después de cantar unos cuentos coros llevarse su brindis. 

Muchos se organizaron en familias, otros lo hicieron con amigos, pero hay quienes lo hacen como miembros de una iglesia y hasta con guitarras y trompetas llegaban a cantarle a la virgen, para ellos no importa a distancia que hay que caminar tampoco la hora que se pueda regresar lo que sí importa que regresaran un saco lleno de paquetes y con la satisfacción de haber cantado a la pura sin mancha. 

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 Este año los altares de las instituciones estuvieron ubicados en la avenida principal de la ciudad, mejor conocida como la calle de comercio, donde quedó demostrada la creatividad y la entrega de cada uno de los servidores público, ya que desde días antes ellos se entregaron de lleno para que todo fuera un éxito.

 Muchos de los dueños de Purísimas aseguraron que estas celebraciones la hacen desde hace mucho tiempo y que es una tradición de familia lo que va de generación en generación, para otros es en rogativa para que vuelva la paz que teníamos antes mientras que hay quienes la hacen en agradecimiento por favores recibidos. 

Toda esta demostración de fe fue resguardada por la Policía Nacional, la que estuvo presente en todos los altares para que las familias disfrutaran en paz y tranquila de las tradicionales griterías.