En la ciudad de Nueva Guinea, en la zona número dos, habita una señora de nombre Francisca Graciela Ibarra Cardoza de 65 años, quien es muy reconocida por su humildad y por ser devota de la Virgen María.
Ella da a conocer sobre los preparativos de dulces para la celebración de este 7 de diciembre.
En la organización incluye a sus hijos, nietos y bisnietos, y con la ayuda de todos preparan los paquetes que son distribuidos para quienes lleguen a rezar el Novenario a la Virgen, como tributo a su devoción.
Doña Graciela aduce que tiene más de 50 años de realizar la Purísima a la Virgen, porque fue su mamá la que le encomendó que siguiera con la tradición de la celebrar el Novenario que ha estado por generaciones en su familia.
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"Cuando trabajaba en el Hospital Jacinto Hernández, yo organizaba el rezo de la Novena y al final se hacía una algarabía con todo los niños de la zona", añadió Doña Graciela.
Tradición de generaciones
"Yo soy muy feliz porque la Virgen me ha concedido muchas peticiones que le he pedido, incluyendo salud para mi familia y para mí", reiteró la señora.
Mientras que Ilsy Sobalvarro, una de las nietas de Doña Graciela quien se encontraba ayudando a su mamita, expresó: "Desde el primero de diciembre iniciamos a rezar todas las tardes en compañía de los niños, es algo muy bonito porque nos ayuda a estar en familia y seguir la tradición, que será traspasada a ellos cuando cuando crezcan".
El 7 de diciembre como en todos los años, la familia de Doña Graciela Cardoza estará realizando el canto a la Novena de la Purísima Concepción de María con todas las familias de la zona, para seguir con esta tradición netamente nicaragüense y poder dar gracias por todas las peticiones concedidas.
