Miembros de diferentes congregaciones participaron de un desfile por las calles del Distrito La Fonseca, en Nueva Guinea, para celebrar los 450 años de Traducción de la Biblia al Castellano, quienes predicaron en el trayecto y oraron a Dios pidiendo bendición por cada persona.
En la actividad aparte de los hermanos cristianos de la comunidad, entre otros invitados, se contó con la presencia de la alcaldesa Claribel Castillo, quien también se unió a desfilar junto a los hermanos y hermanas, los que leyeron varios versículos de la Biblia, oraron y entonaron cantos en el trayecto.
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El desfile finalizó en la iglesia de Dios de La Profecía, con un culto en donde los hermanos invitados se unieron para alabar a Dios.
En la misma actividad se entonaron cantos especiales, poesías, lecturas bíblicas, un sociodrama sobre el uso del celular y la Biblia, quedando reflejado que el celular es utilizado por millones de personas, haciendo uso de esa tecnología para bien o para mal, mientras que la Biblia la leen millones de personas y Dios está en todo lugar.
Oración por la paz
También se oró por los gobernantes de esta nación y por los funcionarios municipales. Más de 10 pastores ungieron a los hermanos, además se dio lectura sobre el decreto y en qué está basado la celebración del Día de la Biblia, al celebrarse el último domingo del mes de septiembre.
Pero también la alcaldesa Claribel Castillo dio palabras de agradecimiento por la invitación y por los hermanos que estaban de otros lugares siendo parte de la bonita actividad, la que hizo mención que como gobierno municipal les han venido apoyando a los hermanos de la unidad pastoral.
Además abrió la invitación para quienes tienen talento de cantar a que se unan a los concursos de cantos que se están realizando, para darse a conocer y promover lo bueno que hay en el municipio.
Para el hermano Saúl Lobo Cano, pastor de la iglesia Redimida por Dios, dijo que este evento marca la historia, el beneficio más grande es que despierta fe en la vida del hombre y la mujer.
Hizo un llamado a los padres para educarlos en los buenos caminos a sus hijos, siempre con principios cristianos.
