Productores de la Cruz de Río Grande, Bonanza y Rosita visitaron Nueva Guinea, primero para conocer este maravilloso lugar, pero también para intercambiar experiencia con los socios de la cooperativa de la UNAG, para conocer los métodos de mejoramientos en semillas criollas y acriolladas que han utilizado para contribuir a la seguridad alimentaria y buscar nuevas alternativas para el futuro.
En el intercambio de experiencia los productores pudieron visitar lugares en donde la UNAG ya cuenta con ocho bancos de semillas, que después de cuatro años de haber impulsado el proyecto ya hay resultados porque hasta ya están comercializando.
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Para Don Francisco Guillen, productor de la Cruz de Río Grande fue una visita relevante, pues en su zona están impulsando un proyecto que se llama seguridad alimentaria, el que tiene un componente con el mejoramiento de semilla criollas y el fortalecimiento a bancos de semillas, «es por eso que andamos aquí, conociendo la forma que han venido trabajando los productores con las semillas criollas y acriolladas», afirmó.
Mientras don Osmel López, productor del municipio de Rosita, refirió que, «la experiencia que tienen los productores de esta zona es muy buena, porque cuentan con semillas criollas disponible para las cosechas próximas y puedo visualizar que están trabajando muy bien coordinado».
«Actualmente en el municipio los productores estamos sembrando lo que es grano básico, raíces y tubérculos con esta experiencia vamos dispuesto para trabajar en grupo para poder tener nuestra propia semilla», recalcó López.
Eduardo Genaro, nativo del triángulo minero y promotor de FAGANIC, mencionó que van a iniciar a trabajar en los bancos de semillas, establecimiento de plantas forestales para recuperar las fuentes de agua porque están conscientes que con las malas prácticas el suelo se ha deteriorado «y con el proyecto que ya muy pronto lo ejecutaremos creo que se contrarrestan los cambios climáticos«, apuntó.
«Es por eso que nos animamos a venir a este municipio, en el recorrido nos dimos cuenta que vale mucho la organización y con lo que hemos captado en las diferentes visitas que realizamos llevamos mucho para ponerlo en práctica», señaló Genaro.
Mientras tanto, Yamileth Méndez, presidenta de la UNAG, quien también anduvo con los productores y estuvo en el intercambio de experiencia, hizo mención sobre la organización que les ha servido y para que surjan efectos en las semillas criollas y acriolladas hay que echar andar diversas prácticas, agroecológicas además de saber seleccionar las mejores y haciendo uso de abono orgánico que ayuden a nutrir el suelo.
«Ya tenemos ocho bancos de semillas, desde que inició el proyecto sobre el rescate de las semillas criollas, ya hay resultados positivos, contamos con una variedad como el olotillo, tuza morada, maíz elote rojo, maizón, estas ya son nativas del municipio y son aptas al cambio climático, pero también ya estamos vendiendo las variedades de semilla, estamos muy entusiasmadas con los buenos resultados que nos ha quedado de parte del proyecto, el que fue impulsado hace cuatro años, además también nuestros socios reciben capacitación y el seguimiento que les damos en los cultivos, la semilla la vendemos a ochocientos córdobas», agregó la presidenta de UNAG.