Tras la insurrección de Monimbó surgieron muchos promotores culturales, que con su talento artístico son difusores de esa gran proeza del pueblo sandinista, que logró la libertad de Nicaragua y la restitución de derechos para los nicaragüenses.
La melodía folklórica revive la memoria histórica de esa insurrección, primer levantamiento popular en contra de la dictadura somocista.
"Esa rebeldía que podemos reflejar en lo que es el emblema del Toro Venado, donde miran que la máscara siempre ha jugado un papel fundamental porque fue a través de la máscara que ocultaban sus rostros en la insurrección de Monimbó los combatientes populares, los muchachos que se sumaron a esta lucha, verdad, y tenemos sobre todo el mensaje de unidad, a través del nuestro apóstol de la unidad, como es el comandante Camilo Ortega", afirmó la tradicionalista Martha Toribio, Directora del Toro Venado Malinche.
"Pues muy importante esas músicas porque recuerdan las cosas de la alegría de Monimbó, de las cosas típicas, cuando hubo aquella cuestión de la guerra, esas piezas valorizó Monimbó", enfatizó Manuel Palacios, uno de los fundadores del grupo de marimbas Hermanos Palacios.
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En ese pueblo originario, los tributos artísticos florecen y son orgullos que replican valores para rescatar la fortaleza y determinación de aquella gesta de los monimboseños.
"Los tradicionalistas hemos jugado un papel fundamental en ese reencuentro con las familias, en el hecho de que venimos haciendo todo un conjunto de transmisiones de nuestros antepasados a través de la danza, a través de la música", señaló Alfredo Dávila, historiador y tradicionalista.
"Por medio de la música plantamos toda la gesta heroica que se vivió en Monimbó, los Hermanos Palacios hicieron varias músicas, pero siempre ellos nos inculcaron que tenemos que mantener la músicas folklórica de nuestras raíces", destacó el marimbista Alejandro Palacios.
Esa valentía de Monimbó es un símbolo viviente en las raíces culturales inculcadas por los antepasados, para la promoción de la identidad y soberanía nacional. El amor a la patria, la unidad, la paz, la solidaridad es el legado de esa lucha, cuyo eco se expande con esas interpretaciones folklóricas y revolucionarias.
"Para mí es un orgullo transmitir la marimba de arco que es nicaragüense y que los jóvenes sigan adelante con nuestras tradiciones que nunca pierdan el legado que Monimbó nos deja", agregó el marimbista Julio Palacios.
La cuna del folklore es también la cuna de la herencia cultural de Monimbó, que es transmitida de generación en generación, porque marcó el Triunfo de la Revolución Popular Sandinista.
