En el mundo actual la mayoría de las relaciones duran poco, por ello es un verdadero ejemplo de amor y fidelidad el que nos encontramos en Somotillo donde una pareja lleva más de 75 años demostrándose amor, respeto y fidelidad.
Ellos habitan en la comunidad La Danta del municipio de Somotillo, en una humilde casa de adobe y tejas. Ahí don Hipólito Zúniga y María Elena Canales llevan toda una vida juntos pues se casaron cuando él tenía 30 años y ella 16.
"El casamiento mío fue como una broma. Ella vivía por donde yo frecuentaba un camino, entonces le di una broma y le contó a su mama", dijo don Hipólito Zúniga.
"Entonces llegamos a un punto en que nos conocimos bien, nos enamoramos y nos casamos", recordó Doña María Elena, quien a pesar de sus 92 años, atiende con el mismo amor y esmero a Hipólito, igual que cuando iniciaron su vida juntos en 1941.
"El hombre debe tener todo el cuidado, debe cuidar y respetar a su esposa. Yo lo cuido, yo le hago todas sus comidillas, Dios me da esa fuerza, porque para la edad que tengo ya no hiciera nada", expresó la señora.
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En abril, Don Hipólito cumplirá 108 años y es digno de admirar su lucidez y el que realice diversas labores en el hogar, pues no le gusta que nadie más las haga.
"Yo la quiero todavía, no estoy aburrido, sino agradecido porque no es toda mujer que le gusta estar en la cocina. Me gusta que me caliente la comida, yo algo sin calentar no me lo como", comentó el jefe de la familia.
Los Zúniga Canales contabilizan su descendencia en 11 hijos, 35 nietos y 15 bisnietos. Si bien han pasado por diversos problemas y dificultades, aseguran que no pueden vivir el uno sin el otro.
"Quedar viudo es arrecho, esos golpes son duros, por eso yo estoy pidiendo morir y que quede ella", confesó Don Hipólito.
"Dios nos ha dado buena vida a nosotros, porque gracias a Dios hemos pasado felices esta gran cantidad de años", argumentó Doña María Elena.
La casa de este matrimonio ejemplar siempre está llena de hijos, nietos y hasta bisnietos, para quienes es una bendición que Dios los mantenga con vida y salud.
"Estamos felices por tenerlos vivos a ellos, porque ellos son unos consejeros para nosotros los hijos", destacó Isidro Zúniga Canales, hijo del amoroso matrimonio.
"Un matrimonio ejemplar para nosotros, para nuestra formación, para nuestros matrimonios, nos ha servido muchísimo y me siento muy orgullosa tenerlos llenos de vida todavía", valoró Doña Carmen Zúniga, otra de las hijas de este matrimonio.
"Se ven enteros, esa es una bendición de Dios que les ha dado esa fortaleza para estar juntos y junto con nosotros todos los hijos y nietos", puntualizó uno de los hijos mayores, Róger Zúniga.
Este matrimonio ejemplar de más de 75 años demuestra que el amor verdadero aún existe y que el respeto y la tolerancia son necesarios para lograr estar juntos hasta que la muerte los separe.
