Un recorrido por los diferentes centros escolares de Río Blanco da una idea de los verdaderos cambios que ha experimentado la educación en Nicaragua, tanto en infraestructura como en la calidad.
Al quedarse rezagado respecto a otros centros emblemáticos del país, hasta hace unos años estos colegios matagalpinos eran en cierta medida un verdadero caos: había pocos salones de clases y pupitres, además de exceso de estudiantesabandono.
Hoy constituye un verdadero ejemplo y su imagen es la de un centro educativo moderno donde el ánimo por estudiar es observable en cada uno de los alumnos.
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La alcaldesa de Río Blanco, Martha Bucardo, explica que los centros educativos de este municipio con fondos estatales se están transformando, por ejemplo la construcción de un aula de clase y andenes en el centro educativo Arlen Siu ubicado en el barrio Linda Vista; en la Escuela Concepción Altamirano con reparación de andenes, cielo raso, cocina y muro; en el Centro Escolar Jardín de la Infancia con pintura total y cambio del zinc; Colegio Rubén Darío la reconstrucción de un pabellón completo y en el Instituto Sor Oliva Lombardi la elaboración de un muro perimetral, todo esto con una inversión de más de 2 millones de córdobas.
La alcaldesa expresó también que esto no se queda aquí, "con estos proyectos seguiremos reparando más centros escolares y construcción de aula de clases. Estos cambios se traducen en más niños en la escuela, más retención, más aprobación, más dignificación para el maestro”.
Vilma Martínez, estudiante de 5to año de secundaria, asegura que toda su vida ha estudiado en el colegio y que antes no era ni comparado a como ha quedado. “Prácticamente estaba destruido (…) los baños ya casi no servían, estaba todo rayado, no había ventanas, no había puertas en algunas secciones”, destaca.
“Todo eso ha cambiado”, manifiesta, “por lo que hay más aulas ha aumentado el número de estudiantes”, concluyó.