Con una quijada de caballo el señor Víctor Guerrero Cano toca música ranchera, romántica y hasta religiosa. Él es originario de la ciudad de Boaco.
En el reconocido barrio Puerto Cabezas de la ciudad de Boaco, habita este hombre quien a sus 87 años de edad aún escribe poemas, canta música romántica y rancheras. Su único instrumento es una quijada de caballo que él mismo preparó con sus propias manos. También asegura que desde que tenía 12 años empezó a usar este artefacto.
"Yo tenía 12 años cuando empecé a cantar las mejores selecciones que había, música del recuerdo, las mejores canciones. Yo me seguí desarrollando con un grupo de amigos, eran como 14 integrantes y yo les transmitía a ellos voz de hombre y de mujer, ellos me seguían a mí pero todos cantaban. A mí me inspiro cantar de ver las alegrías de las Purísimas, el Niño Dios y era aquella niñada como lo seguían a uno", cuenta el cantautor Víctor Guerrero Cano.
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Desde que Guerrero Cano cuenta con esta quijada de caballo, él ha visitado diferentes departamentos de Nicaragua para tocar su peculiar instrumento musical en diferentes actividades. Una de las primeras canciones que el cantante interpretó fue la selección de "La Cucaracha", "El Zanatillo", entre otras.
"Yo comencé a preparar esta quijada, primero hacerle una limpieza higiénica, quitarle el lodo, quitarle lo sucio, hacerle unos lavados y ponerle unos líquidos para que vuele toda la suciedad. Sus muelas van agarradas de unas cortinas y esas hay quitárselas a punta de navaja hasta que se aflojan, para que ella quede libre y los dientes vayan aflojando, y hasta llegar el momento de probarlas. Y cuál fue mi alegría cuando escuché que sonaba bastante. Voy con la que suena más y después voy a hacer una empresa", comenta Guerrero Cano.
Don Víctor es una persona muy reconocida en la ciudad de Boaco y fue declarado hijo dilecto de esta ciudad el 4 de marzo del 2014 por autoridades municipales. Él es una persona mayor de edad y presenta varias enfermedades, por lo que espera la ayuda de alguna persona de buen corazón.
Su hija mayor está con él desde que era pequeña y es la que se encarga de cuidarlo. Para poder obtener el pan de cada día tiene que hacer mandados o lavar ropa ajena, ya que ella es el único sustento de su hogar.
"Bueno, la verdad es que como hija de él ya sé que el toca ese instrumento y para él es muy importante eso. Él se deleita con esas músicas, con la quijada, y la verdad es que cuando él comenzó, que yo miraba eso, a mí me daba risa porque decía y cómo va a sacar esas canciones; porque yo recuerdo que él se ponía a cantar una canción de La Cucaracha… Yo siempre lo apoyo", señaló Natividad Salvadora González, hija de Don Víctor, artista único y orgullo de nuestro país.