La feligresía católica de Chinandega, inicio los festejos a la Virgen de Guadalupe, con la celebración de la eucaristía a las 7:00 de la noche, con la bendición del Santísimo Sacramento del Altar seguido de una alborada con la quema de dos toro encuetado, acompañado de música filarmónica en el atrio del templo.
Artistas locales realizan ceremonia de acción de gracia, a la Virgen del Tepeyac, frente al altar. El Ballet Folclórico Baffi, dedicó un repertorio a la Virgen.
Son más de 2 mil personas entre fieles y devotos de la Virgen Morena que han entrado al atrio del templo de Guadalupe, ubicado en el centro de la ciudad para rendirle tributo.
Algunos feligreses se movilizaron desde muy temprano para llegar al atrio, entre ellos, Diana Carrasco, habitante del barrio El Rosario, quien llegó con su familia, “la Virgen de Guadalupe, es milagrosa, nuestra intercesora y abogada, estamos felices de celebrar su aparición. En esta noche le hemos pedido por la paz de Nicaragua, porque sabemos que está con este pueblo que la ama y venera”.
Comunidades parroquiales de los barrios de la ciudad también llegaron a celebran los 487 años, de su aparición como un acto de fe.
“El mensaje de la Virgen es que experimentemos la misericordia, el amor entre nosotros, y el encuentro con Dios”, manifestó el padre Mauro Paniagua, cura párroco del templo de Guadalupe.
El evento más esperado son las Mañanitas a la Virgen que tuvo lugar a las 10:00 de la noche cuando el Mariachi de Jonathan Leiva, ingresó con sus músicos y 2 hijos cantando a la Morena del Tepeyac.
La Iglesia ha preparado distintas actividades previó a la celebración religiosa de este 12 de Diciembre, que la diócesis de León y Chinandega celebra la Santa Eucaristía, seguido de la procesión a las 4:00 de la tarde que recorre las principales calles de la ciudad y es acompañada por miembros de los Bomberos Federados.
Las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe, es una historia de encuentro con Dios, con el hombre, así como la Virgen de Guadalupe se dirigió al Indio Juan Diego, un 9 de diciembre de 1531, cuando iba caminando a la catequesis en el antiguo México, y la Virgen del Tepeyac, se le apareció por primera vez.
