El pueblo mariano acogió este 8 de diciembre, la procesión de la Virgen del Trono. Las calles del pueblo indígena fueron testigos, una vez más, de la gran devoción y culto hacia la Inmaculada Concepción de María, imagen teresiana llegó a tierras nicaragüenses hace 456 años, y fue proclamada Patrona de Nicaragua.
La venerada imagen de la Virgen del Trono, salió de su Santuario Basílica Menor a las 5:00 de la tarde luego de la eucaristía, para luego comenzar el desfile triunfal con cientos de personas, fieles y devotos, acompañaban a la sagrada imagen con velas, cantos y rezos durante todo el recorrido, de más de 30 calles de su pueblo, con el acostumbrado grupo de filarmónicos que le acompañan. Una fiesta única que se celebra en el país, y que compromete la fe del pueblo nicaragüense para imitar las virtudes de María.
Fue muy llamativo ver que los portadores y portadoras del trono eran jóvenes, hombres y mujeres que iban ataviados con camisa blanca, pantalón negro y otros de trajes.
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Andrés Márquez, perteneciente a la pastoral juvenil en cristo de la basílica, destacó la devoción a Nuestra Señora del Trono, una advocación muy enraizada históricamente en El Viejo. También recalcó el mérito de la asociación para mantener esta hermosa tradición.
El pueblo mariano, brindo tributo, honor y gloria, a María Santísima, quienes instalaron coloridos altares e hicieron rogativas por el don de La Paz, para Nicaragua.
La temática de la carroza fue inspirada en lo que representa la virgen para el pueblo nicaragüense, es por ellos que el arreglo enmarca el suelo patrio con el escudo de Nicaragua, adema la representación del Espíritu Santo, por la paz de Nicaragua.