Este lugar es un paraíso situado en el Caribe Norte de Nicaragua, pertenece al territorio del Litoral Sur y se mezcla entre una fantasía mística, el bosque, el río, el mar, los cocos, la pesca, las leyendas, la tradición, el etnocentrismo religioso y las creencias. Eso hacen de Prinzapolka un lugar de ensueño.
La barra de Prinzapolka
Ese es el nombre de una de las comunidades de este municipio. Su principal actividad económica es la pesca artesanal. Un cayuco, una canaleta o remo, un chinchorro o red, cuatro a cinco hombres son el equipo de pesca, ellos salen revestidos de fe -Witinani Rait Luki Kaiki Auya- por tener una buena faena. Son unas 200 libras de pescado que permiten culminar el día, en donde una parte del pescado es repartido entre las familias del grupo, el resto es vendido en los centros de acopio.
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La comunidad La Barra de Prinzapolka está completamente rodeada de agua, agua dulce y agua salada a sus puertas. El Río Prinzapolka desemboca en el mar Caribe, esto hace de la comunidad un lugar único y paradisiaco.
Liwa Mairin
Una de sus principales leyendas hecha creencia es Liwa Mairin, una sirena que enamora los pescadores y los lleva a la profundidad a recorrer el litoral. Días después la sirena saca al hombre de las aguas ya sin vida.
Kenia Richardson, originaria de la comunidad Alamikanbang, aduce que fue testigo cuando viajaba junto a unos pescadores y vio como por arte de magia uno de ellas cayó al agua. “Liwa Mairin Brih Wan. En miskito escuché cómo uno de las pescadores dijo que la sirena se lo llevó”, explica Richardson, quien detalló que jamás olvida esa escena que quedó impregnada en su mente.
Esta semana tendremos una serie de reportajes sobre los lugares paradisiacos y deslumbrantes por su belleza natural de Prinzapolka. No te los pierdas a través de tn8.tv en el marco de la campaña turística el Triángulo Minero y Prinzapolka Siempre Lindo.
A continuación una galería de imágenes.
