El emprededurismo en Chinandega está resurgiendo en la población y usan su mente ingeniosa para darle vida a la naturaleza y a los ingresos del hogar. Es así que dos personas de la tercera edad conformaron su propio empleo, que ocupa su largo tiempo libre y es una iniciativa para transformar cualquier espacio de la casa o la oficina.
Para Einer y la profesora Bertha Romero Santamaría, la jubilación es solo un cambio de etapa, no el final de la labor profesional.
Aseguran que en esta etapa de la vida es importante seguir trabajando, tanto para mantener una buena salud física y mental como para complementar los ingresos del hogar, principalmente en momentos de crisis.
Einer dice que cada día le surge una nueva idea. Hace dos años rescataron el jardín de cactus que tenía su mamá y lo convirtieron en un proyecto de vida.
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“Este proyecto comenzó como un pasatiempo de nosotros, luego vino un amigo y comenzamos a intercambiar la variedad de plantas y comenzamos a vender. Mi hermana se encarga de trasplantar, pintar las maceteras, y regar los cactus, mientras yo realizo los trabajos de metal y madera, adornos donde se colocan las plantas”, explicó.
Indicó que desde que su madre murió siguieron cuidando el vivero principalmente un cactus de 30 años, al que mimaba y cantaba. Hoy lo han multiplicado y se exhibe con otras variedades que han traído de España, Costa Rica, Honduras, México y otros lugares de la región.
Mantener un jardín no es tan fácil, sin embargo Einer y la profesora Bertha dedican muchas horas al vivero para mantener vivo el cactus, que según los supersticiosos este tipo de plantas que sobreviven a los climas cálidos o secos, atrae a los hombres, la energía negativa y hasta la mala suerte.
En este pequeño negocio hay ejemplos desde innovación de piezas, como aprender habilidades como la pintura o los trabajos de jardinería.
El negocio familiar creció con el tiempo y hoy es visitado más por hombres que por mujeres, interesados en adquirir una de las más de 600 variedades de cactus que hay en este vivero y cuestan desde los 60 hasta los 120 córdobas. Además porta-maceteras o vasijas de barro con vistosos dibujos.
Si usted quiere mejorar su jardín, decorar un espacio o probar las bondades del cactus, vaya a visitar Cactus Santamaría, establecimiento en que será recibido por dos encantadoras personas de la tercera edad que gozan de su jubilación con un pasatiempo acorde con el medio ambiente. Está ubicado del comedor Las Tejitas media cuadra al norte, en la ciudad de Chinandega.
