El santo patrono del municipio de Somoto es Santiago Apóstol, a quien la feligresía por años celebra en el mes de julio.
Desde el inicio del mes, los fieles católicos han acompañado la imagen a comunidades rurales, las más alejadas y diferentes sectores (barrios) urbanos de la ciudad hasta culminar con las actividades el día miércoles 25 de julio, día central de estas fiestas religiosas.
La última visita rural se realizó a la comunidad de Icalupe donde el párroco Santiago Aguirre de Somoto, ofició una solemne misa tras un recorrido en caravana y procesión desde la ciudad de Somoto.
Cientos de católicos acompañaron la imagen y hasta Icalupe también fue trasladada a la Santísima Virgen del Carmen, por lo que se convirtió en una verdadera fiesta espiritual.
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El padre Aguirre en su homilía hizo el llamado al pueblo católico para que se sume a evangelizar, con un corazón limpio y lleno de la gracia del Señor.
“El que tiene a Cristo en su corazón, va tener a todos sus hermanos, se va preocupar por todos sus hermanos para que todos tengamos una mejor vida, llena de paz a través de Jesucristo”, expresó el padre Santiago.
“Y lo que nos dice la palabra del Señor hay que ponerla en práctica. Jesucristo nos dice que seamos pacificadores, hay que ponerlo en práctica”, continuó.
Recordaron a monseñor Suazo
La feligresía católica también recordó un aniversario más del natalicio de Monseñor José del Carmen Suazo, quien el pasado 16 de julio cumpliría 93 años.
El concejo municipal realizó un homenaje en la tumba de monseñor como cada año, por ser un sacerdote que se identificó con el pueblo somoteño.
De sus 89 años de vida, 60 los dedicó al sacerdocio, pues nació en Sutiaba, departamento de León, quien se identificó de manera especial con los pueblos originarios de Madriz.
Sus años mozos en el sacerdocio fueron contemporáneos con otros grandes que partieron primero que él, como el padre Rafael María Fabretto, benefactor de niños pobres en Cusmapa; Monseñor Ernesto Gutiérrez, de Telpaneca; y Nicolás Antonio Madrigal, en Ocotal, Nueva Segovia.
Suazo, además de sembrador de la palabra sagrada, fue un gran fomentador de valores morales en la sociedad madricense.
