Un centenar de negocios han cerrado en el municipio de Chinandega por los altos costos de alquiler, malas ventas y por la crisis que afecta Nicaragua.
A principio de este año, el comercio chinandegano se veía crecer aceleradamente principalmente en la inversión de centros comerciales y módulos que daba oportunidad al pequeño y mediano empresario para iniciar su negocio.
Sin embargo, el arrendamiento de estos locales ha tenido una reducción baja en los últimos meses debido al cierre de estas inversiones, a consecuencia del saqueo, la violencia, el caos, y la inestabilidad económica en que vive el país desde el pasado 18 de abril, que iniciaron la protestas en contra del Gobierno.
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Juan Manuel Peña, inversionista chinandegano, manifestó que los alquileres de módulos se han reducido aproximadamente de 30 a 40 por ciento en esta región del país en comparación al movimiento que tenían en años anteriores. “Los inquilinos han tenido que prescindir del alquiler de módulos porque tienen problemas con las ventas de sus negocios y las deudas siguen creciendo. Lo que tenemos a estas alturas, son locales desocupados y arrendatarios esperando condiciones más favorables”, señaló el inversionista.
Inversionistas plantean reducir costo de alquiler
El costo de arrendamiento de un módulo cuesta entre 200 hasta 600 dólares mensuales, sin embargo algunos inversionistas se han visto obligados a reducir el costo de alquiler debido a la situación actual.
Los comerciantes de ropa, calzado, abarrotería, cosmético, entre otros, esperarán que surja algo más favorable para seguir operando puesto que se vieron obligados a despedir a sus trabajadores y poder pagar los alquileres de estos módulos, otros tuvieron que cerrar sus pequeños y medianos negocios, porque no cuentan con suficientes utilidades para mantenerlos, dado que sus ingresos mermaron por las ventas y el alto costo de los alquileres.
Guillermo Velásquez invirtió en la construcción de dos apartamentos, los que alquila en 250 dólares cada uno. Dice que este tipo de negocios le es más favorable en estos momentos de crisis. “Nunca me llamó la atención invertir en la construcción de módulos porque considero que este tipo de negocio no es rentable. Muchas veces los inquilinos no pagan porque les va mal, además los alquileres son muy caros y ahora con esta situación el comerciante ha tenido que entregar porque el negocio no es muy bueno”, puntualizó.
Comerciantes se esfuerzan para seguir adelante
Otros comerciantes son positivos. Santiago Centeno tiene su estudio fotográfico en la Plaza Santa Ana, y aunque el costo del módulo que alquila es alto, tiene confianza que muy pronto habrá estabilidad económica en el país.
La comerciante Gladis Bonilla alquila un tramo en 200 dólares frente al mercado de mayoreo El Bisne. Asegura que su economía se ha debilitado por la quiebra de su negocio, sin embargo sigue luchando con la esperanza que la situación pronto mejore. “Antes elaboraba 200 reposterías pero el negocio quebró por la crisis, ahora estoy haciendo comida para algunos clientes y vendiendo parte de mis pertenencias para pagar a dos empleadas de las tres que tenía, alquiler del tramo, alimentación de mis dos hijos y gastos básicos”, puntualizó.
Un centenar de módulos permanecen cerrados sin alquilar, sin embargo los inversionistas confían que la economía y la situación del país pronto mejorará para que los inquilinos vuelvan a recuperar su estatus económico, y por ellos rescatar parte de la inversión que han hecho en este tipo de negocios.