Nueva Guinea en los últimos años ha sido una zona de referencia ya que en la época de guerra era una zona muy peligrosa, pero al pasar del tiempo ha prevalecido la paz en donde los habitantes se han dedicado a trabajar la tierra, la que es calificada como zona productiva y que aporta en gran medida a la economía de Nicaragua.
Es un municipio de paz en que también son reconocidos sus habitantes, por que cuando vinieron los primeros colonos quien dirigió a esas familias era un reverendo que vino a sembrar esa semilla para que muchas familias hoy por hoy gocen de una vida cristiana. Todos esperan que las familias hagan eco de esa palabra de paz y de amor que se ha venido cultivando para después no lamentar situaciones adversas a esta forma de vivir ya que a través del diálogo se solucionan las inquietudes y propuestas.
El domingo la población se miró afectada por la violencia que de pronto se suscitó por desconocidos cuando circulaban por las calles sin ningún control, y producto de esa alteración una persona terminó lesionada, además de una ambulancia retenida.
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El líder campesino Martin Oporta y Flor Báez, miembro de los CxL, señaló que era cierto que personas que están en los tranques la ocuparon. Asumieron también que tenían retenido al personal de salud del Hospital Jacinto Hernández, incluyendo al doctor Diego Calvo, director del hospital. Afortunadamente no pasaron a más las cosas, quienes fueron liberados después de varias horas.
También en el desorden que muchos corrían encapuchados por las calles de la ciudad dejó como resultado la quema de una motocicleta propiedad de la alcaldía municipal, así como la quema de accesorios del IPSA, los que destruyeron en su mayoría. Todo lo que encontraban a su paso destruían, incluyendo la destrucción del laboratorio.
Los daños son cuantiosos además la ocupación de más motocicletas. En la violencia desatada se escucharon detonaciones de morteros y de balazos en esa zona.
Debido a la violencia se presentó el monseñor Pablo Smith desde Bluefields y líderes de la iglesia San Martín de Porres, líderes de Movimiento Campesino y funcionarios del Gobierno, los que se reunieron para exponer sus inquietudes. Al final lograron ponerse de acuerdo y hacer cumplir su palabra de caballeros ya que no firmaron ningún documento en donde resalta cuatro puntos importantes:
El primero, respeto a la propiedad pública y privada; Dos, cese a la violencia; Tres, Movimiento Campesino se compromete a entregar la ambulancia y el último que la Policía Nacional ejerza sus funciones de vigilancia y combate contra la delincuencia sin incidir en los tranques.
La población espera que esto vaya dando pasos positivos porque muchos se están quejando de los tranques, el mercado está desabastecido y lo que se encuentra está con precios exagerado, los de transporte colectivo ya llevan más de un mes que no han salido a realizar sus labores cotidianas, los taxistas se quejan de que no están llevando nada a sus hogares debido a que el combustible ha aumentado, las puertas de muchos colegios están cerrados ya que encapuchados han visitado los centros de estudios exigiendo el cierre de los mismos.
Y los tranques han aumentado porque ahora la ciudad tienen más de dos que están perjudicando la libre circulación de los habitantes y el servicio que prestan los taxistas. Mientras que en la noche ronda el miedo, la inseguridad, porque hay personas que están saliendo tapados el rostro y se ubican en lugares específicos donde circula más la población que son despojados de sus pertenencias y si ponen resistencia amenazan con quitarles la vida.
Además imponen autoridad que muchas veces hacen que los vehículos retrocedan, lo que provoca miedo de no saber qué hacer con estas personas. La población piden mayor seguridad de parte de la institución policial, además que estas personas que tienen tranques que se retiren y los dejen en paz.
