A las 9 de la noche de este Jueves Santo, luego de participar en la Santa Eucaristía, cientos de feligreses se aglomeraron en las inmediaciones del templo El Calvario, ubicado en el barrio del mismo nombre, para luego integrarse a la procesión de El Silencio que se desarrolló a lo largo de la avenida central.
Con velas en sus manos, hombres, mujeres, adolescentes, jóvenes, niños y de la tercera edad fueron quienes se dieron cita para ser partícipes de esta celebración religiosa que evoca fe y espiritualidad por un Nazareno, quien fuera entregado para su crucifixión
La imagen que cargan en sus hombros llegó de Europa en 1932 y desde entonces recorre las calles de la ciudad para renovar la fe de los devotos, cada Jueves Santo en el Diamante de Las Segovias.
El recorrido finalizó en la catedral, en el centro de la ciudad, durante este la población se turna para cargar en sus hombros a la imagen. "Siempre vengo a cargar la imagen de nuestro Salvador, por fe y devoción", dijo el señor Juan Agustín Zeledón, mientras cargaba en sus hombros la imagen de Jesús.
Los Tilines, una tradición religiosa única de Semana Santa en Altagracia
Martín Castillo agregó que "debemos estar aquí con verdadera fe, por un Jesús que murió por nosotros y que debemos seguir sus pasos."
La señora Salvadora Méndez, cargando junto a un grupo de jóvenes la imagen de la Virgen María, señaló que "la fe por Nuestra Madre nos trae aquí, es algo que no puedo explicar porque es un sentimiento espiritual", sentenció.
"Debemos participar con fe y amor por un Jesús que dio su vida por nosotros. Esta es la muestra de cariño que le podemos dar al hijo de Dios, hecho hombre en la Tierra. Es una muestra de humildad y de respeto. Esta imagen es antigua, traída de España y se venera desde 1932 hasta hoy", dijo José David Rodríguez López, mayordomo de las actividades de Semana Santa en la catedral de Estelí.
La procesión fue resguardada por la Policía Nacional, también es acompañada por oficiales de los Bomberos Unificados, además de la Cruz Roja estelianaemergencia que se pudiese presentar.
A lo largo de esta Semana Mayor se han desarrollado una serie de actividades organizadas por la Iglesia católica, con el objetivo de mantener viva la fe y devoción por un Jesús crucificado hace más de dos mil años.