Procedentes de diferentes departamentos del país, llegaron a Mozonte centenares de fieles devotos de monseñor Madrigal y García, “El Santo de Las Segovias”, quienes se desbordaron para participar en las actividades en conmemoración a los 41 años de partida física.
La fiesta de homenaje póstumo que duró dos días (17 y 18 de marzo) tuvo como principal escenario el templo de Mozonte, que luce arquitectónicamente restaurado, conservando sus facetas barrocas y neocoloniales, que ya se proyecta como un atractivo para el turismo sacro, en el departamento de Nueva Segovia.
Encabezados por el párroco de la Iglesia San Pedro de Mozonte, padre Aarón Tercero, con alegría y devoción los fieles recorrieron las principales calles del pueblo, escuchado los cantos y rezos del propio monseñor Madrigal para luego finalizar en el templo con una serenata al son de mariachi, dedicada al santo.
El "Santo de Las Segovias" es recordado con amor por su legado de fe y entrega a la obra de Dios y cada año crece el fervor y presencia de sus devotos en la iglesia San Pedro, donde se encuentra sepultado. Los feligreses encienden cirios, posan botellas con agua u otros objetos, pidiendo su intercesión en espera de recibir una gracia particular del cielo. "Sin duda alguna Monseñor Madrigal dejó esa semilla de fe en nuestra diócesis y aquí están sus frutos de personas que con fe y con amor vienen a adorar y aprovechar la intercesión de nuestros santos", expresó el padre Aarón.
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Padre Aarón Tercero, párroco de la iglesia San Pedro, destacó aspectos importantes de esta fiesta de aniversario, entre estas la adoración eucarística y la santa misa como alimento espiritual, el rezo del Ángelus al pie de la Loma Santa en propia voz del "Santo de Las Segovias", "aquella voz grave, un poco cansada fue un momento emotivo y especial para todos", expresó el padre Aarón.
Asimismo destacó la bienvenida ofrecida a la familia del querido y recordado monseñor Madrigal y por primera vez la revelación de imágenes, donde se le impone a Monseñor una sotana fucsia, al momento de ser nombrado obispo urbano y la bendición de ramo.
María Rafaela Madrigal, sobrina de línea directa de Monseñor Madrigal y García, se mostró muy emocionada y agradecida por las atenciones recibidas, "el sentir de la familia es de un maravilloso gozo, porque él es algo especial para la familia, a él debemos nuestra fe y confianza absoluta a Dios y nos sentimos orgullosos de llevar su sangre", manifestó doña Rafaela.
Franklin Pérez Aguilera, habitante comunidad El Quebracho, Mozonte, valoró que esta es una fiesta de todos los nicaragüenses y "la vivimos con alegría y fe siguiendo su ejemplo con ese legado que nos ha dejado llamados a ser santos".
"Nos sentimos alegres porque tenemos la oportunidad y bendición de tener a Monseñor en Mozonte, donde el pidió quedar por el inmenso amor que tenía a este pueblo", resaltó Martha Angelina Pastrana, miembro del comité pro restauración del templo Mozonte.