Las aguas termales que brotan de la tierra de manera natural de la loma “La Batidora”, ubicada en el costado oeste de la Reserva Natural Volcán Cosigüina, a la orilla de la carretera que conduce hacia Puerto Potosí, ha llamado la atención de sus habitantes por las altas temperaturas que supuestamente ésta experimenta cuando sale a la superficie.
Pero no solo la alta temperatura del agua preocupa a los habitantes de la Península, sino también el bajo nivel que el riachuelo ha alcanzado en los últimos meses.
El comunitario Guillermo Juárez, trabaja como guía turístico en el Cosigüina, él asegura que la sensación térmica del agua ha alcanzado hasta los 41°C. Dice que eso se debe porque el volcán con laguna cratérica está activo.
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“Para nosotros los comunitarios, el Cosigüina, es un volcán activo subterráneamente; él tiene dos lomas: San Juan y Las Filitas de La Salvia, que funcionaban como calderas y que fueron soterradas durante la erupción explosiva del volcán en 1835, dejando en el interior del cráter una laguna, cuyas aguas confluyen de tres corrientes que vienen del océano, por eso lo hace ser un eslán de la naturaleza. Es decir que el volcán sirve como recepción y expulsor de energía por su conexión con la cordillera volcánica y el cinturón de fuego a lo largo del Pacífico. Lo que nos llama la atención es la temperatura del agua y el bajo nivel de la corriente”, explica Juárez.
El líder hizo el llamado a la población para tomar precaución ante la ocurrencia de fenómenos como sismos y mar de fondo. “La naturaleza cambia su mecánica de ejecución y los terremotos tienen que ver mucho con el movimiento de la luna, por eso debemos estar preparados”, indicó.
A dos kilómetros al norte del afluente de aguas termales se encuentra la comunidad El Capulín, donde habitan 315 familias, entre ellas la de Eva Méndez quien es secretaria política de su comunidad y asegura que el sabor y la temperatura del agua de su pozo también cambió después del terremoto del 9 de junio del 2016, registrado a 7 km de Puerto Morazán, en el departamento de Chinandega.
“Estamos preocupados con estos sismos que han ocurrido constantemente en el sector porque después del terremoto, en la parte trasera de la casa cerca del pozo, salieron cuatro fumarolas que emanaban gases que casi me asfixian. A los días los agujeros se cerraron pero el agua no deja de salir caliente y con un sabor amargo, además escuchamos ruidos, como corriente que pasa debajo de la tierra, y luego tiembla”, explicó Méndez.
Martín Vallecillo, habitante de la comunidad El Capulín, dibujó con ceniza los cuatros sectores donde asegura se abrieron agujeros “fumarolas” el día del terremoto. “Ese día venía de la huerta cuando vi la humalera pensé que era quema de basura, pero al acercarme observé cómo salía humo blanco de un agujero que venía del interior la tierra. Mi esposa me advirtió que me quitara porque era tóxico, luego reportamos el caso al dirigente de la localidad. Nos dijeron que aquí pasa una vena del volcán y nos prohibieron que consumiéramos agua del pozo".
Relató que meses después intentaron tomar agua pero no pudieron porque el sabor seguía siendo amargo y muy caliente. “Casualmente hoy (el martes) tembló a las 8:20 de la mañana, y antes del movimiento escuchamos que algo pasaba en medio de la casa”, afirmó.
Por ahora Eva y su familia dicen que el Volcán Cosigüina, no representa ningún peligro para los habitantes de la Península, sin embargo viven al pendiente de lo que pueda pasar y por eso están en constante monitoreo con el resto de comunidades aledañas al coloso donde han formado 15 brigadas que conforman el CODEPRED, que trabajan en función de orientar a la comunidad en temas relacionados a incendios forestales, terremotos, huracanes, tsunamis y primeros auxilios, para salvaguardar la vida de los habitantes ante la ocurrencia de cualquier actividad inusual.
El volcán Cosigüina se encuentra ubicado en el extremo occidental del Golfo de Fonseca, al noroeste de la ciudad de El Viejo, en el departamento de Chinandega. Alrededor de la Reserva Natural se encuentran al menos 32 comunidades, entre ella; Cosigüina, El Mojado, La Gaunacastada, Punta de Piedra, Potosí, Las Pozas, Las Parcelas, Capulín, Punta Ñata, El Rosario, Venecia, La Salvia, Apascalí, La Tigüilotada, Oro Verde, El Rodeo, El Chorro, Las Noventas, El Jicarito, Cabo de Horno, Poza de la Vaca, Los Cerritos, entre otras.
Los registros de la época indican que a causa de la erupción se formaron nacimientos de aguas termales que se encuentran a lo largo de líneas de fallas y la temperatura responde a su origen geológico. Es por ello que esta agua tiene propiedades curativas.
