Con fervor y devoción fieles católicos en el municipio de El Jícaro, departamento de Nueva Segovia, participaron de las fiestas tradicionales dedicadas a la Virgen de la Candelaria, la que cargada en hombros cada año procesiona como muestra de fe y agradecimiento por favores recibidos.
Fue una señora de la comunidad de Sabana Grande quien en pago de una promesa donó la imagen al municipio de El Jícaro “y desde entonces se celebra con fervor y mucha devoción, en actividades de peregrinaje y misas de agradecimiento a la virgen que presenta al niño Jesús”, dijo Sonia Ligia Matute, mayordoma de las fiestas tradicionales desde hace 29 años.
Félix Román Hernández, colaborador del área de arreglo desde hace seis años, cuenta que la imagen que lleva unos 60 años en este rincón del norte de Nueva Segovia es engalanada por los fieles que peregrinan a distintas comunidades, donde realizan vigilias como una forma de tradición del pueblo, una forma de evangelizar dando a conocer a Jesucristo como parte de la fiesta denominada “Fiesta de la Luz” para finalizar con una eucaristía solemne.
El representante de la Iglesia Universal en la localidad, párroco Óscar Domínguez, dijo que el mensaje de la iglesia es presentar a Cristo como Luz del Mundo, el Cristo que trae la paz y el amor. “Que ilumina a todas las naciones que estaban en tinieblas trayendo la paz y el amor. Es toda una fiesta tradicional, rezando, tirando vivas a la Virgen, con música de chicheros, el sonido de los cohetes”, apuntó el párroco.
La alcaldesa de El Jícaro, Thelma Olivas Ardón, quien además es miembro de la comunidad franciscana, dijo que como Gobierno celebran junto al pueblo ese fervor mariano muy arraigado, de mucha fe, "y aquí estamos junto al pueblo fervoroso y agradecido celebrando esta festividad en rescate de las tradiciones como parte de nuestro modelo de unidad y acompañamiento", expresó.