La pequeña Lismary Centeno, de 2 años, cargó en sus hombros por unos segundos el pequeño nicho que lleva en su interior a la venerada imagen de la Virgen del Hato, una promesa que hizo la madre de la niña, por un milagro que le concedió la Virgen.
"La Virgen nos ha hecho milagros y estoy acompañada de mi hija que estaba muy enferma, tenía un año que no caminaba y le pedí con fe, a la Virgen del Hato, para que hiciera el milagro. Hace seis meses ella logró dar sus primeros pasos y hoy estamos en este peregrinaje acompañándola para que la niña la cargue y cumplir con la promesa", manifestó Iris Centeno, fiel devoto de la Virgen.
Con muchas dificultades por su salud, el chinandegano Roque Madariaga, de 70 años, llegó al bulevar de la Virgen para ver la pasada de la imagen milagrosa, a la que venera desde muy pequeño."Soy muy creyente y devoto de la Virgen del Hato. Esta es una devoción que me heredaron mis padres desde los 7 años, que iba a traerla a la hacienda de Hato, este año no pude ir por mi enfermedad crónica que tengo en las vías respiratoria, pero tenía la fe de llegar a este día para cargarla y pedirle por mi salud", manifestó Maradiaga.
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En esta cobertura especial, un grupo de 20 voluntarios y dos unidades de Cruz Roja brindaron acompañamiento y atenciones prehospitalaria a los peregrinos que presenten alguna dificultad durante el recorrido que inició a las 7:00 de la noche de este martes hasta su llegada a las 3:00 de la madrugada, al sector de la Báscula, donde el pueblo corinteño espera con alborada y música filarmónica a la venerada imagen que llegó a Corinto por primera ocasión en 1943, por una promesa de doña Tranquilina Matamoros, quien tenía un enfermo grave.
Según cuenta la historia, la Virgen del Hato es una réplica de Nuestra Señora del Trono, que el presbítero Remigio Salazar, de Camino a los Altares, quiso instaurarla en la zona del campo de este municipio.
Cada 20 de diciembre, decenas de peregrinos participan en el tradicional recorrido de 30 kilómetros desde la ciudad de El Viejo a Corinto, para acompañar a la venerada imagen de la Virgen del Hato que sale desde su casa, acompañada de su comunidad indígena y cargada por sus devotos, durante 10 días estará de visita en distintos hogares en el puerto hasta el primero de enero, cuando la imagen regrese a El Viejo.
Además, la imagen recorre más de tres mil hogares en al menos 10 municipios de Chinandega, León y Masaya. Miembros del Consejo Municipal de Corinto, la Policía Nacional y la Junta Directiva de la casta indígena, se encargan de la seguridad, el traslado de la imagen y de los peregrinos.