Diversas instituciones del estado de Nicaragua se unieron a la fiesta del pueblo católico de la Isla de Ometepe en celebración de su santo patrono San Diego de Alcalá. La alcaldía municipal entre otras instituciones participaron en la popular repartición del atol, tradición que año con año se realiza en la parroquia de Altagracia.
La fe y devoción hacia la imagen milagrosa es el factor común entre los feligreses quienes llegan al templo a bailarle al santo y pedir su intercesión ante Dios en forma de milagro.
Algunos devotos mencionaron el origen de esta tradición y aseguraron que le bailan porque les ha concedido milagros. "Yo le bailo a San Dieguito porque él me hizo el milagro de sanar a mi hijo y lo sacó del hospital, todo lo que yo le pido Él me lo concede", dijo Maribel Chacón, fiel devota del santo.
"Este baile simboliza cuando nuestros antepasados arreaban a los zompopos, hubo una tremenda plaga de zompopo que devasta los cultivos entonces San Diego nos concedió el milagro y salvó a la gente de aquella época. Desde estonces esta tradición se realiza con mucha fe", indicó Maribel Chavarría, otra devota de San Diego de Alcalá.
El atol hecho a base de maíz se prepara un día antes. Según Carlos Martínez de la alcaldía municipal esto se realiza con el objetivo de promover la cultura, tradición y costumbre de la feligresía católica, por ello las instituciones se han sumado a esta fiesta religiosa.
Posterior a la repartición del atol se realiza una vigilia, así se preparan los miles de creyentes para bailarle al santo franciscano con todas las energías este 17 de noviembre, día central de esta arraigada expresión religiosa en donde miles salen a las calles en procesión para pagar promesas y otros por pura devoción y amor.
Los tambores ponen el ambiente a esta actividad, varios jóvenes tocando los instrumentos musicales pagan alguna promesa. El redoblante y el bombo son indispensables para dar vida a esta tradición.