Con la entrega de ofrenda floral en el monumento de héroes y mártires que se ubica en el cementerio municipal de Chinandega, se honró la memoria de los más de cinco mil hombres y mujeres que cayeron en combate en su lucha contra la Guardia Nacional por una Nicaragua libre, al cumplirse los 38 años, de aquel hecho histórico que marcó el final de la dictadura somocista y el triunfo de la Revolución Popular Sandinista.
“Como miramos este monumento es dirigido a ellos, ¡Patria Libre o Morir! La patria que hoy vivimos, la patria del General Sandino, la patria de Darío, la patria que el comandante Daniel y Rosario conducen en un país de paz y progreso con un Gobierno de Fe, Familia y comunidad”, manifestó Iván Briceño, miembro de la Juventud Sandinista.
Durante la insurrección, Petrona Gutiérrez, fue colaboradora anónima, en la comunidad Villa 15 de Julio, a 33 kilómetros al norte de la cabecera departamental, quien recordó que, “hace 38 años, un día como hoy día el pueblo de Nicaragua se volcó porque ya no aguantaba la represión de la guardia somocista, porque no teníamos derecho a hablar ni reclamar nuestros derechos y por eso nos levantamos para que gocemos de este triunfo”, dijo.
"Hoy la niñez, adolescencia y la juventud está gozando de esta paz, libertad para que estudie, trabaje y salga a sus fiestas con satisfacción porque en aquel tiempo nosotros no podíamos andar después de las ocho de la noche en las calles, porque la guardia somocista nos capturaba, torturaba y hasta mataba a los jóvenes”, relató Walter Sánchez, combatiente histórico.
El 17 de Julio de 1979, el tirano Anastasio Somoza Debayle huyó de Nicaragua, con su huida y la rendición de la Guardia Nacional, Nicaragua dejó de ser esclava de un régimen opresivo y comenzó a ser libre.
El 17 de Julio será siempre una fecha inolvidable para los nicaragüenses que hoy conmemoran con alegría y la esperanza de un mañana cada vez mejor.
