A 9 días de la desaparición de la embarcación pesquera Johana Betsey, familias de los 13 tripulantes mantienen su fe puesta en Dios para que aparezcan sus seres queridos sanos y salvos.
En la planta alta de las oficinas de transporte Zeledón, propiedad del dueño de la embarcación perdida, se mantienen las familias día y noche a la espera de noticias de sus seres queridos.
Pero ya no están solos, permanentemente se mantienen con ellos una comisión de gobierno, integrado por gobierno regional, consejo regional, alcaldía municipal entre otros ministerios del estado.
En dichas instalaciones el gobierno a través del Ministerio de Salud, ha puesto un enfermero y una doctora para la atención directa de los familiares que presenten problemas de salud.
El Ministerio de la Familia con su personal se mantienen en el lugar viendo a los niños de las familias, garantizándoles momentos de calidad. En momentos entre el día se realizan pequeños cultos con peticiones y suplicas al señor para la pronta aparición de los 13 marinos costeños.
También se les garantiza alimentación y condiciones para dormir a los familiares que son de lejanía que han venido a esperar noticias de sus parientes.
Los hechos
La embarcación zarpó desde el 29 de junio con 13 tripulantes a bordo y perdió señal a 11 millas náuticas al norte de Corn Island, según indicó hace unos días el presidente de INPESCA en la Costa Caribe, Edward Jackson.
La embarcación es propiedad del señor Eduardo Zeledón, quien la reportó como desaparecida luego de esperar por días que la tripulación se reportara.
La Fuerza Naval prohibió que las embarcaciones se adentraran a alta mar, pero Miss Yohana Betsey había zarpado un día antes que se diera la prohibición.
Hasta ahora se han encontrado masas que las corrientes han arrastrado, pero no dan por hecho que sean resto de la embarcación, dado que por la temporada las corrientes suelen acarrear todo tipo de materiales marinos.