A eso de las diez de la mañana se activaron las alarmas en el municipio de Nueva Guinea, donde se presentaron diferentes escenarios de fenómenos naturales como huracán, conato de incendio, sismo y deslizamiento.
Las brigadas de rescate se activaron rápidamente para salvaguardar la vida de los ciudadanos que se encontraban bajo los escombros, además de brindarle atención a las personas que salieron con quemaduras en diferentes partes de sus cuerpos, ya que se encontraban en el centro de compra una vez que ocurrió el siniestro.
La doctora Maria Isabel Halsan, secretaria municipal de la alcaldía de Nueva Guinea, manifestó que el apoyo fue incondicional de parte de los participantes, donde la expectativa se cumplió. "Confiamos que estos ejercicios poco a poco se tienen que ir tomando en cuenta de forma responsable, para salvaguardar la vida de cada ciudadano", detalló Halsan.
Mientras que los comerciantes valoran de positivo el simulacro, son quienes manifiestan que es bueno estar preparados para ir aprendiendo y poder preservar la vida en el momento de una catástrofe.
Moisés Luna, miembro de los Bomberos, manifestó que los escenarios se hicieron en tiempo y forma en donde la participación de las brigadas fue muy importante en el actuar , para evitar tragedias.
Estos ejercicios es parte de la preparación que debe cumplir cada familia que este buen Gobierno está orientando para salvaguardar la vida de cada habitante.
Desde hace varios días se vienen ajustando las coordinaciones de cara al simulacro municipal, el que fue calendarizado por el Gobierno central y el Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred).
Desde ayer en esta zona del país se están preparando para la realización de este simulacro, que contó con tres escenarios, el primero fue originado por un supuesto huracán que amenazó la zona de Puerto Príncipe, con vientos huracanados de 70 a 80 kilómetros por hora; el segundo fue un incendio en el mercado municipal; y un tercero fue un sismo de 7.5 en la escala de Richter, a seis kilómetros de profundidad.